Pitos contra España.

Richard Nikolaus Graf von Coudenhove-Kalergi fue un aristócrata austriaco, hijo de un
curioso matrimonio entre checo y japonesa y descendiente de una mixtura de ramas
familiares que iban desde Creta hasta Flandes, con multitud de derivaciones en casi
todos los países de nuestro continente. Hoy pocos lo recuerdan pero fue uno de los
padres fundadores de la Unión Europea mucho antes de que Schumann y Adenauer
dieran los primeros pasos hacia la CECA. Fue el primer premio Carlomagno y, junto a Otto
de Haupsburgo, creador de de una organización para promover la Unión Pan-Europea.
Como dato curioso , además fue el que primero propuso la utilización del "Himno a la
Alegría" de la 9ª Sinfonía de Beethoven como himno de Europa.
¿Por qué lo traigo a colación?. Muy sencillo, porque era un espíritu elitista. Creía que el
verdadero europeo sólo podía ser una persona con los atributos de eso que se solía
llamar un "gentleman": honradez, juego limpio, amabilidad y racionalismo. Sólo quien es
capaz de ponerse en la posición del "otro", del que comparte con los demás tiempo,
circunstancias y dificultades, está dispuesto a abatir las barreras levantadas por los
prejuicio y las pasiones. ¿Había algún remoto rastro de ese tipo de individuo entre las
aficiones futboleras que ayer llenaban el Calderón? Si alguno hubo, me temo que quedó
apabullado por la plebeyez intrínseca del espectáculo futbolístico y por la no menos baja
condición de quienes hacen del nacionalismo excluyente una excusa para mantener su
ascendiente sobre la masa irracional y para, en definitiva, detentar a su gusto el poder al
que aspira el demagogo.
Más que vascos o catalanes, anoche hubo antiespañoles en las gradas; en definitiva: la
anti-Europa de Coudenhove-Kalergi.