Cuando los tarados hablan de que su cultura es distinta a la del resto de España, ¿de qué hablan?, ¿ustedes les entienden?...(+)

Esos chimpancés rabiosos hablan de una entelequia, una virtualización, porque no existe una España con unas mismas costumbres, ni formas de hablar, ni historia semejante. Un pueblo al lado de otro son distintos, y se odian. Las personas somos todas diferentes, aunque existan ciertos rasgos comunes.

La tarada del vídeo que puso el tarado, dice que Andalucía tiene una cultura distinta a la del resto de España. No solo es mentira, si no que es completamente absurdo, porque no existe una España homogénea. No existen países homogéneos, porque cada tribu tiene su historia, tradiciones, etc. incluso dentro de lo que supuestamente sería homogéneo, como Nunavut, o los vikingos.

Existe una tendencia a homogeneizar, es decir, a fantasear, impresionante en España.

Un Cordobés es muy distinto a un Sevillano. Un Coruñés a uno de Santiago, uno de Oviedo a uno de Gijón, pero todos tienen rasgos comúnes. Es cierto que esos rasgos comúnes lo son menos cuanto uno más se separa, pero puestos a analizar, yo no tenía nada en común con mis vecinos madrileños. Yo era asturiano, ellos andaluces. Había un choque cultural, de carácter, de comportamiento, ideológico.

Esa España de la que hablan son ellos. Porque todos tenemos cosas distintas. Pero en la cabeza de chimpancé rabioso se les ha metido que hay un enemigo común.

Están traumatizados, porque se avergüenzan de ellos mismos, porque ellos son España y no quieren seguir siendo España, que es algo así como querer poseer un territorio que no pertenezca más que los que allí habitan, sin embargo acotan el proceso artificialmente si es necesario. Quieren crear un nuevo territorio y desvincularse emocionalmente de lo que les da vergüenza: España. Se avergüenzan de sí mismos y quieren imponer a otros sus delirios. Pretenden arrastrar a más personas, dentro de su territorio para que piensen como ellas. Su misión es destruir algo que la historia, tras miles de años, formó con sangre, sudor y lágrimas. Pretenden apropiarse de un territorio que no les pertenece e imponer una cultura homogénea y común, nueva, a los individuos. No solo a los más lejanos si no a los más cercanos.

Es decir, el nazionalismo y el independentismo español es nazismo puro y duro.

España es un conjunto de gentes todas distintas y con cultura distinta, pero con evidentes semejanzas. No existe una España homogénea, más que en lo referente al comportamiento político frente al exterior. Es decir, existe una supuesta homogeneización en la mente de los extranjeros. En como nos ven los demás y siento decirles a los tarados, que aunque se inventen un idioma, una cultura y una historia, seguirán estando en la Península Ibérica.

Imaginen que Sudáfrica se rompe. Y nacen decenas de nuevos países. Uno de ellos decide llamarse NeuAsgard y adoptar el sueco como idioma, pero ellos siguen siendo negros. Siguen estando en África y dentro de su artificial mundo, los individuos tendrán muchas diferencias entre ellos, más cuanto más lejos estén.

Todos somos distintos. Un pueblo es distinto a otro. ¿Tiene sentido dar la tabarra todo el día, a gritos, histéricamente sobre lo distintos que son unos sobre otros?. Ninguno. Es una enfermedad mental. Una enfermedad mental de la que hace gala por ejemplo el nazionalismo catalán.

¿No están ustedes hasta los putos cojones de oír hablar de Cataluña y de lo distintos que son al resto?. ¿Se creen los más importantes, los más guapos, la cultura más interesante?.

Pues en España a esos tarados se les da pábulo, concesiones y dinero. Es más, se les da la razón como a los locos, pero verán, aunque Cataluña sea independiente, aunque obliguen a hablar un idioma diferente, aunque traten de homogeneizar la cultura de todos sus habitantes, seguirán siendo la misma mierda que son ahora y que fueron.

No dejarán de ser españoles nunca, porque se trata de eso, de que el problema de España son los españoles: de cataluña los catalanes, etc. El problema no está en las definiciones, en como nos queramos llamar, en lo que queramos hablar o creer, porque no dejamos de ser lo que somos, tarados tercermundistas, españoles en general.

Un simio no deja de serlo por el hecho de ponerse gafas, hablar latín, perfumarse y comer bananas con tenedor y cuchillo. Sigue siendo un simio.

En mi Asturias jamás se enseñó el odio al catalán. De hecho yo no sabía ni que existía, y cuando lo supe, me parecía un país del sur, seco, y de cultura mediterránea, donde la gente era muy morena y peluda. Y que tenían un acento nasal que me parecía a mí y a todos muy feo. Parecía que tenían sinusitis de continuo. No fue hasta una edad más avanzada en la que el odio al catalán fue inculcado por ellos, por os catalanes, a través de sus desprecios, odios, estupideces y querer darse importancia máxima sobre el resto.

Si odio a los catalufos es porque ellos me han enseñado a odiarles. Es como si cogen a una persona normal y la atan a una silla, y le ponen al máximo volúmen a Camela durante años: o termina odiándolos o termina lobotomizado.

Ellos han inventado el problema. Ellos dan la matraca todo el día. Oigan, todos somos distintos y tenemos una cultura distinta y que quieren que les diga, yo prefiero la mía, celta, atlántica, cantábrica. Yo no soy mediterráneo, ni me gusta el gitaneo. Soy mucho más distinto a un catalán de lo que un catalán a un andaluz y sin embargo, en Asturias, yo mismo, no damos la matraca todo el día.

Pues eso, que os podéis meter Cataluña por el culo, tarados de los cojones, solo os pido una cosa: dejad de gritar, de insultar, de dar el espectáculo, porque tenéis a todos los españoles, todos ellos distintos, hasta los huevos.