El miedo, la ira y el odio...+

He salido a dar mi paseo matutino, pero sin los perros, porque amenazaba lluvia (que no ha dejado de caer desde las 8.30) y a los señoritos no les gusta mojarse.
Así que me he ido sola. Llevaba una bolsa con una botella de agua y una lata de comida para gatos, para unos chiquitines que me salen al paso cada mañana en un solar.
Cuando venía de regreso, me ha adelantado un moro en bici - seguramente robada, porque era del bicing, y no creo que la haya alquilado), me ha echado la mano al cuello con la sana intención de arramblar con lo que llevara colgando: móvil, cadenas de oro, bolso... No ha conseguido nada, porque instintivamente he inclinado la cabeza y subido el hombro. Le he llamado cerdo, y luego, al grito de guerra de "¡me cago en Mahoma!" le he tirado la lata de comida, de 400 grs., apuntando a la cabeza, pero sólo le he dado en la espalda.
Un taxista que venía en la misma dirección se ha parado a preguntarme si estaba bien, y me ha dicho que cómo se me ha ocurrido tirarle nada ni gritarle. ¿Y si se vuelve?, me ha preguntado. "Le saco los ojos" le he dicho, hirviendo de indignación. Y juro por Snoopy que lo hubiera hecho.

Sólo me saben mal dos cosas: no haberle abierto la cabeza, y que se me ha perdido una cruz de oro que me había regalado mi marido hace muchos años. Las cadenas se han roto con el tirón, pero eso tiene arreglo.

Saludos.