El otrora interesante programa televisivo "El Gato al Agua" ha caido enbarren. Su nuevo presentador ("el mandíbulas") lo ha prostituido al trae, como tertulianos a individuos impresentables (el veteronazi Verstringe, el forajido Sánchez Gordillo, su mampo

Lo que no llego a entender es que después de la que está cayendo, en este y en muchos países, no se haya dado cuenta todavía que las izquierdas, con las honrosas excepciones que siempre las hay, ya no tiene más aspiraciones que la de aprovecharse de los escombros del capitalismo.

Que las izquierdas (las personas concretas que dicen que lo son) son como esos policías de las películas americanas, qué formalmente siguen luchando contra la delincuencia, por el cumplimiento de la ley y la justicia, pero que en realidad y tras esa apariencia, lo que en última instancia hay es la ambición de quedarse con parte o todo el botín que los delincuentes afanan, por mucho que ante la vista de todos los persigan a muerte.

A mi me da la impresión que la izquierda en los países capitalistas intentan recorrer el mismo camino que sus colegas han recorrido en otros países, pero al revés: en lugar de hacer del Estado un capitalismo salvaje -como en Rusia y China- quieren hacer del capitalismo un Estado brutal.

Dos formas distintas de conducirnos plenamente al capitalismno de Estado (capitalismo de Estado que es el estadio final de lo que conocemos por socialdemocracia)

En el capitalismo al menos hay alguna libertad y en el comunismo alguna tranquillidad, pero en el capitalismo de Estado no tendremos (ya hemos comenzado a no tenerlo) ni libertad ni tranmquilidad.

Ni siquiera tendremos la compensación de que el capitalismo de Estado se parezca al que describio Huxley en "El Mundo Feliz". Ni siquiera esa felicidad de personas enajenadas de la realidad, que por no ver la barbarie no pueden sufrirla, nos van a dejar.

Saludos