Engaños y verdades.

Supongo que los que han nacido en hogares, digamos izquierdistas o de desarraigo social, habrán sido inoculados por lo que han visto y escuchado, de mas verdad, o al menos de la mitad de verdad, por que los que no hemos nacido en ese tipo de hogar, hemos sido llevados al huerto, ya desde la niñez, y luego también, hasta que te sueltan la jáquima, y entonces te alimentas de perplejidad y otras realidades que vas aprendiendo.

Empiezan por engañarte con la unidad de la patria, de sus límites, de sus usos y costumbres comunes a todos, la religión entre ellas, y a nada que conoces, te das cuenta que salvo la tortilla de patatas, aquí de común no hay ni la lengua, y menos del acento.

Te siembran de honestidad, de honradez, de esperanza en el género humano, y te das cuenta a nada que salgas de tu casa, que si te vuelves te la clavan, y que aquí lo que triunfan son los perfectos canallas, o los que tienen una chorra monstruosa.

Te tratan de introducir en la idea de familia, de fidelidad, de amistad y de fe en los mejores, enseñándote a seguir su ejemplo, y a nada que te enteres, la familia se rompe por un quítame allá esas pajas, la fidelidad produce risa, los amigos te hacen la pirula, y lo que es peor, esos ejemplos que te ponen, son ladrones de guante blanco que esquilman a todo el que se le acerca .

Ni siquiera los encajes de bolillos se hacen ya a mano, si no que te salen como churros con una máquina infecta, y se le pone un cartel de hand made, que casi nadie sabe que es, y te cuestan como los encajes de Lagartera, y es que entre que escuchas lo que te cuentan en familia o colegios, luego estudias, después con suerte trabajas, te casas, tienes hijos y sólo te ocupas de los demás, no te enteras de nada, pero de nada.

Aciertan más los que se crían en el odio, y tienen como premisa, que esos tíos de derechas, los curas y los empresarios son unos hijos de puta, pero sólo hablan de esos, sin auto señalarse, o incluir a esa otra parte de la sociedad a la que ellos pertenecen, que está muy feo señalar y mas señalarse.