Estoy harto de esta Constitución de mierda que nos ha traído aquí de la mano de los partidos políticos históricos, incluidos los separatistas que solo valen para desangrarnos más. Estoy harto de pagar impuestos para que todos estos hijoputas vivan como de

Canarias, Baleares, etc. y que decir de la era de Mr. X los pujoles. Es que esto es endémico.

El estraperlo del que habla por ejemplo: hubo un tiempo en que los agricultorres estaban obligados a entregar sus cosechas de trigo al Estado, el cual les pagaba el precio establecido.

Naturalmente los agricultores trataban de camuflar mediante miles de trucos parte de la cosecha pues en el mercado libre se pagaba bastante mas caro. A mi me consta saber que el Estado luchaba contra el estraperlo.

En mi pueblo fueron muchos los agricultores que sufrieron la decomisación de cantidades de trigos camuflados, a pesar de que prácticamente todos eran simpatizantes del régimen. Cosa que no es de extrañar pues muchos de ellos lo eran gracias al INC o Instituo Nacional de Colonización que adquirió cientos de grandes latifundios y los repartió entre obreros agrícolas, convirtiendolos en agricultores propietarios, por una ridícula cuota anual durante treinta o cuarenta años.

Pero sobre todo la corrupción se nota cuando de momento comienzar a surgir gentes que de no tener un duro, pasan a tener buenas fortunas y propiedades. Digamos el dinero fácil.

Le puedo decir que en mi pueblo los diez o doce hombres ricos que habia en los comienzos del régimen eran prácticamente los mismos que había al final. El nivel social relativo de toda la población se mantuvo prácticamente igual.

En cambio en los treinta y tantos años del actual régimen las familias de fortuna se han multiplicado quince o veinte veces.

El caso de Matesa, el de Sofico y algún que otro fueron cortados de raiz y algunos les costó el ministerio a algunos y la cárcel a otros.

Yo estrené los cambios del los ayuntamientos franquistas a los actuales y le puedo decir que con aquellos secretarios, interventores y depositarios que había entonces debía ser muy difícl hacer juegos de manos a quienes tenían la tentación de hacerlos.

Lo cual no quita, repito, que hubiera sus cosas. Pero insisto, si los políticos de entocnes se llevaran el dinero como ahora, no se podrí entender el avance tan espectacular que hubo en España en las dos últimas décadas del régimen.

También le podría hablar de como era la banca entonces y de como es ahora y si no tiene información al respecto le sorprendería lo que podría decirle.

Saludos

La de un guardia civil para con un mercante de contrabando, la de un establecimiento y sus dueños que se quedaban con los alimentos de las cartillas de racionamiento para venderlos en el mercado negro, etc.

De esos últimos hay en cada pueblo y ciudad, de los que en 1982 enseñaron el puño y de la noche a la mañana fueron comunistas y después sociatas, haciendo dinero con el hambre.

Luego estaban los imbéciles de la política (a la política normalmente llegan los más imbéciles y corruptos), de esos como los gobernadores provinciales, que hacían la vista gorda con el estraperlo, o bien porque según sus mentes era algo impensable, publicidad contra el régimen o directamente formaban parte del negocio. De esa basura política, llegaron sus hijos, y después sus nietos, que son los políticos actuales y que tal cual ocurre con la degeneración del ADN, por consanguinidad, también les ocurre a ellos, sus descendientes siempre son peores que ellos mismos. Y por eso sale gentuza mutante como Aido, Bono, Rubalcaba, Rajoy, Gallardón, Villalobos, etc.
El tema es que una dictadura viene a arreglar un momento de hipercorrupción e hiperdegradación moral, el de la República, para procrear otra vez la misma basura que lo vuelve a degenerar todo al máximo con el tiempo.

Ya quisiera vivir en una dictadura como la de Franco de los años sesenta porque a pesar de los abducidos fanáticos, con objetividad, era más productiva para el ciudadano que lo actual, que ha degenerado tanto, que han conducido a Expaña al 1898.

Lo triste es precísamente eso, que la gente sea incapaz de terminar con la corrupción, o mantenerla a ralla, dentro de la democracia. Eso da una idea de lo inmundo que es el ser humano y también de su grandeza.

Fíjense todos, además, que cuando se habla de planes para atajar la corrupción dentro de una democracia, se consideran totalitarios y criminales, en el peor de los casos, y utópicos en el mejor. Enseguida el sectarismo o fanatismo ideológico de cada uno, tira por donde le place y cree. Que si liberalismo, que si comunismo, que si socialismo que si otra vez con la mismas viejas historias de siempre.

No hay voluntad de acabar con la corrupción, porque no hay mentalidad de democracia, y no hay mentalidad de democracia con ideología política. Es precísamente esa, la que no solo deja que la corrupción campe a sus anchas, si no la que niega toda solución lógica a los problemas.

Es decir, es el propio ser humano el que continuamente es la solución y el problema.

Pero tener una democracia sana y con muy baja corrupción es posible, además sin tener que expoliar al ciudadano. Fuerte y sana. Hay ciertos países que la tienen. Expaña no podrá tenerlo mientras no exista un cambi de mentalidad y se intente cosas nuevas, lógicas y racionales. Es un proceso que depende de cada individuo, porque es tratar de llegar a acuerdos científicos y demostrados alejados de sectarismos y creencias, con otras personas. Es querer mejorar como persona, tratar de hacer las cosas mejor, de un manera más perfecta (aunque la perfección no exista), es tratar de hacer el bien, de comportarse bien. La democracia empieza desde lo pequeño, desde uno mismo.

Y en general, el paisanaje expañol no es así. Triunfa la maldad, el bandolero, el delincuente, el corrupto, la idea rápida, el cortoplacismo, el fanatismo ideológico como enmascaramiento de la realidad mundana del ser.

Es imposible tener una democracia, con tanto fanático y tarado, con independentistas que continuamente se reinventan su historia, apropiándose de la del vecino, para lanzársela a modo de odio y diferenciación, de elitismo. No es que el independentismo sea malo per sé, es que no hay nazionalismo expañol basado en Verdad alguna. Todo son inventos totalitarios de neandertales mentales. Sumemos el fanatismo religioso, el fanatismo futbolero, la poca educación, el poco respeto, la tendencia del expañol a querer ser el Rey o la República Independiente de su casa, de su tendencia a apropiarse de lo ajeno. De su poco respeto por lo de los demás.

Expaña no ha mejorado como sociedad desde el régimen del 78. Se ha envilecido más, hasta ser muy parecida al de los estertores de la ultracorrupción de la II República.

No existe la autocrítica. No existe la reflexión. No existe la capacidad de reconocer un "no tengo ni idea, escuchemos a ese que sabe más".

No existen las condiciones para que Expaña sea un país triunfador y democrático, porque sus gentes no lo son. Es que ahora mismo, la base que existe es mucho peor que la del inicio del régimen del 78.

Y es que cada vez que intento hablar de esto, nadie, repito, nadie, es capaz ni tan siquiera de plantearse el pensar las cosas desprendiéndose de su ideología. Los liberales cacarean que lo suyo es el ideal y que todo lo que no pertenezca a su biblia, es totalitario. No solo ellos, todos. Los sociatas, los cristianos, los moros, los nazis, los fascistas, los comunistas, todos los "istas"....Todo el mundo se aferra a su prejuicio, a su idea y a su creencia. Todo el mundo cae una y otra vez en su propia piedra. Todo el mundo se va montando su mundo irreal de paranoias en la cabeza que son inamovibles, indestructibles. Es más sencillo desintegrar un átomo.

Hay soluciones, se pueden hacer las cosas bien, con máxima democracia y máxima representación social. Todo el mundo le ve pegas, porque no es su idea. No es su modelo. Y te insultan, te llaman soñador, totalitario o idealista. Y sin embargo todos los días, cada uno de ellos, de todos, usamos el método científico careciendo de toda ideología política y religiosa, todo el mundo es capaz de vestirse, de desayunar o no, de prever el tiempo que tardará en llegar al trabajo, de conducir o bajar escaleras, de hacer números, de cuadrar sus cuentas, de hace runa lista de la compra con lo que necesitan, de estudiar una lección para un examen, de hacer que una instalación eléctrica funcione.

Y sin embrago, pedir extender eso a el todo es algo inconmensurable, inimaginable, impensable.

Y lo diré hasta el día de mi muerte. Les guste o no, lo quieran o no. El problema es ese y no otro. El problema son ustedes mismos. Desde el que tiene complejos de inferioridad y no deja de denostar a los universitarios, como el que dice que si alguien piensa, es porque es de izquierdas, pasando por el que fusilaría a todos los fumadores.....

Todos decimos paridas inimaginables. Y es que hacer lo correcto, lo que se debe, no gusta a la inmensa mayoría. Yo diría que a prácticamente nadie. Ni a mí mismo.

Ese es el problema.

Y no tiene fácil solución, porque entre todas las mentes y sus porquerías, nos contaminamos. Vamos a peor.

La única manera es recomenzar de nuevo mediante una gran desgracia que una a todos, o mediante un nuevo comienzo en otro lugar.

Esa ha sido la única tónica de las democracias sanas y fuertes. O se crean tras una gran destrucción o se crean tras una nueva colonización.

No porque no sea posible de otra manera, si no porque el ser humano es impermeable, en condiciones estables, al cambio de mentalidad.