La más que triste realidad que nos(+)

trae el día a día hace casi estúpido dedicar un tiempo a leer las sandeces de los oportunistas. Si a algo
nos hemos acostumbrado en este supuesto tiempo de recorrido democrático es al estilo propio que ha
empleado la izquierda para descalificar, ofender, vituperar, calumniar, testimoniar falsamente a todo
aquel que ha estado encuadrado en otros partidos, entienden que es un estilo que no pueden emplear
esos otros partidos, aunque el calificativo que empleen esté incluso alejado de las barbaridades que
ellos han venido empleando desde sus orígenes. Y así ahora insiste el nuevo personaje del Psoe, Pedro
Sánchez, con visos de ser réplica de un fracasado anterior que la gente llama Zapatero, de manera que
éste lleva camino de ser Zapatero II, que pide la cabeza del presidente del gobierno español por
llamarlo portamaletas, sólo portamaletas. Pues no parece que haya que ser ningún Séneca para
emplear ese calificativo con este líder; líder con minúscula.