La respuesta de España al Virrey del FMI...(o first we take PP, then we take Podemos)++

Aunque pueda parecer lo contrario, España es un país sabio, no sus élites. Hoy nos ocupamos de
Rajoy, mañana de Podemos. Obama, con su discurso sobre Cuba lo expresó claramente. Esto no
funciona, hay que cambiarlo.

Rajoy certificó su defunción y la de sus soldados repartidos por todo el territorio nacional el día
que dijo aquello de que se había encontrado con unas cuentas mucho peores y que tocaba subir
impuestos; eso sí, sin tocar nada del sistema de empleo público. Con Montoro como un obispo
inquisidor y gritón del s. XV, creó un gobierno alejado de una ciudadanía que le había dado un
mandato claro de regeneración del sistema.

Tome usted todo el poder, autonómico, municipal y central, y por favor, sanéelo. Es decir,
racionalícelo. Las fuerzas del cambio en España, aquellas propias de la clase media que pedían a
gritos más libertad (de mercado), menos prevendas de lo público, menos ideología barata
progresista; en definitiva el saneamiento completo del sistema del 78, confiaron en Rajoy como
único catalizador de aquel entonces.

Pero éste miró con servilismo del campo gallego a las élites mundiales y asumió el papel de
Virrey del FMI y de Merkel. Así, en tres años, el alejamiento de la realidad fue brutal. La
obscenidad de manifestar que se sale de la crisis con cifras de paro superiores al 20 %, una clase
media esquilmada por su obispo y atónita por lo que se percibe como traición, más allá de la
corrupción, explican el alejamiento del gobierno de Rajoy de la realidad, solo comparable con el
geocentrismo, una vez aparecido Copérnico. Más Estado más Estado grita cada reforma fiscal. Y
más deuda. Llaman economía sumergida a cada "chapuzas" que trabaja para sobrevivir, y le
persiguen. En vez de proteger esa rica realidad, esperando pacientemente que esas pequeñas
gentes con sus industrias crezcan y afloren. Qué poco han comprendido que cada cifra
macroeconómica que han dado alimentaba la obscenidad de la desigualdad; y de la impotencia
de cada microeconomía autónoma.

Los dos millones largos de votos que le dieron las mayorías absolutas de toda índole querían la
reforma y la siguen queriendo, hoy más que nunca. La única diferencia es que han buscado otros
catalizadores. Y el PP aún no ha tocado fondo. Buena parte del voto que conserva es el voto del
miedo a Venezuela; pero no es un voto ilusionado.

Hace meses en una de mis esporádicas apariciones en este foro escribí esto:

http://www.libertaddigital.com/foros/pre_view.php?
site=forosdelibertaddigital&bn=forosdelibertaddigital_nacionalforos&key=1405422455

Hoy más que nunca aquel pensamiento adquiere mayor sentido para mi.

Slds