Perro no come perro.

La “naturalidad” con que se pasean delante de esta sociedad convulsa y empobrecida, todos los que han estado en la pomada, es del todo incomprensible, y propia de una ciudadanía que o tiene mucho miedo a las escopetas, que aún estando ya fuera los protegen a nuestra costa, o bien anda escasa de dignidad, y con anchas tragaderas que todo lo aguantan.

Parece mentira, pero la realidad es tozuda, que individuos que han estado en el poder, se hayan lucrado de una forma tan escandalosa, y que nadie levante una voz pidiendo justicia, y que devuelvan lo que han trincado, fuera de sus sueldos establecidos por las cortes y que no son moco de pavo, pero perro no come perro, y todos aspiran a llevar una vejez complaciente, sea contando nubes, o inaugurando hoteles de lujo en México.

No ha sido muy lucida, en general, la actuación de nuestra clase política en los años de democracia, siendo nuestra situación económica mas o menos horrible si no fuera por que la economía global así lo permita, y los buenos empresarios hayan aprovechado, pero desde luego, la clase política no ha sido la culpable, ni para lo bueno, cuando lo hubo, ni para lo malo, el resto del tiempo.

No puede ser que esta gente, que estaba llamada a administrar nuestros bienes, hayan arruinado a la sociedad, y hayan salido de rositas, y a nada que nos fijemos, muy pocos se han ido con menos de lo que entraron, que muchos entraron en política a hacer fortuna, y si a eso les añadimos gentes de las cajas de ahoor, e incluso alguna entidad bancaria, clama al cielo, que estén las cárceles llenas de roba gallinas, y fuera esos.

Pero repito, perro no come perro, y estos ratas han salido perros, cuando les convenía.