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¿Sabe usted la diferencia que existe entre partidos estatales, o sea, instituciones del Estado de hecho y partidos instalados en la sociedad como medio de participación en política, conformando lo que sería la sociedad política intermediaria entre el Estado y la sociedad civil?

Si no lo sabe mire hace los EEUU y la verá.
Alli no gobierna tal o cual partido, sino Barak Obama.

Como corresponde a la democracia, con representación real y separación de poderes, allí no legisla ni el Gobierno ni los partidos, sino las cámaras legislativas, sea por propia iniciativa o a propuesta del Gobierno, Gobierno que como sabrá no tiene asientos azules en dichas cámaras y donde el voto de cada legislador no será la orden de su partido (si es que pertenece a alguno, porque hay bastantes que no pertenecen a ninguno), sino lo que interprete que conviene o piensan sus electores

Y por supuesto, si a un mandamás del partido al que pertenece el Presidente se le ocurre subirse a un atril a dar una explicación sobre la política gubernamental, los yanquis se morirían del espanto.

El sistema de partidos de Estado está presente en casi toda Europa, excepto Inglaterra, Francia, Suiza y no recuerdo si alguno más.

Y respecto a los lavados de cerebro ¿Cree usted que solo a los catalanes el franquismo les enseñó su interesada visión de la Historia? ¿Cree que yo supe algo de la historia de Andalucía, hasta la entrada en vigor del régimen de libertades?

Lo que ocurre es que nadie despues hizo lo contrario del franquismo, o sea, inculcarnos el odio a España y a recrearnos en lo que pudo ser Andalucía si los castellanos nos hubieran dejado en paz. Aquí si había reinos y reyes y soberanía politica. Y no olvide que cuando de Despeñaperros para arriba todavía la barbarie campaba a sus anchas, Andalucía era ya un país civilizado.

La mayoría de los andaluces, aún siendo conscientes de lo que los castellanos nos infirieron, entendemos que aquello ya pasó y que después nuestros padres y a buelos, sufrieron mucho y derramaron mucha sangre junto a extremeños, manchegos, asturianos y catalanes para hacer de España una nación en la que se pueda vivir con la dignidad de los seres humanos, para ahora volverles la espalda y dedicarnos a hacer nuestro propio chiringo, sin siquiera importarnos si eso es bueno o malo para todos. Eso lo considerariamos una traición.

Y por último, nada tan verdad como la influencia de los partidos catalanes, gracias a la partidocracia y a la inseparación de poderes, en la marcha de España. Tanta influencia que estamos como estamos y se sienten ustedes con fuerza para poner a España en la peligrosa encrucijada que pretenden ustedes ponerla.

Si la gobernabildad de España hubiera descansado sobre la democracia representativa y gobiernos salidos directamente de las urnas, en lugar de pactos, consensos y chanchullos, otro gallo hubiera cantado.

Saludos