Las claves del milagro alemán
Los años buenos vuelven. El déficit se quedará este año por debajo de los límites del Pacto de Estabilidad. El consumo, entretanto, se ha disparado.
Estabilidad de precios
El escenario deflacionista en la eurozona ha beneficiado sobremanera a los consumidores alemanes, que ahora pueden adquirir más bienes y servicios por el mismo dinero. La inflación en 2010 ha promediado el 1,3% mientras que los salarios reales han aumentado un 2,3% después de deducirles el incremento en los precios. El resultado es que los alemanes son cada vez más ricos y pueden permitirse el lujo de gastar más. En la imagen la sección de vinos, la preferida para muchos alemanes, del hipermercado Edeka de Laufenburgo, una ciudad a caballo entre Alemania y Suiza.
Mercado Laboral
Un 7% de desempleo medio (un 4% en alguna región) significa que prácticamente todos los alemanes en disposición de hacerlo están trabajando. Tener trabajo es condición sine qua non para que el consumo aumente. Alemania no es una excepción. Los trabajadores alemanes, además, están especialmente bien remunerados. En 2009 la renta por habitante y año rondaba los 30.000 euros, 10.000 más que en España. En la imagen un químico de la empresa BASF trabaja en el Basf Biotech Pilot Plant, que desarrolla productos en el campo de la biotecnología
Productividad
Alemania es un país muy productivo. Los trabajadores producen más en menos tiempo, y lo que producen suele ser de gran calidad, por lo que los productos alemanes se venden a altos precios. Un círculo virtuoso que garantiza altos salarios y jornadas de trabajo reducidas en comparación con otros países que se han especializado en justo lo contrario. En la imagen un operario fabrica un Mercedes SLS-AMG en la planta de Sindelfingen, cerca de Stuttgart. Se trata de un cupé biplaza equipado con un motor V8 de 571 CV. En el concesionario cuesta unos 200.000 euros, 10 veces lo que un utilitario coreano medio.
Estabilidad política
A los alemanes no les gustan los experimentos y valoran mucho la estabilidad política. Un ejemplo de esto fue el pacto de concentración entre conservadores y socialdemócratas durante la pasada legislatura, cuando la crisis económica arreciaba. En Alemania, además, no tienen problemas de identidad y las regiones compiten entre sí, pero no por ver quien regula más o quien tiene más organismos regionales, sino por quien produce más y mejor. En la imagen dos activistas de Acción contra la Pobreza se fotografían en el centro de Berlín ataviados con caretas de Angela Merkel (CDU) y Frank-Walter Steinmeier (SPD). La concordia parece reinar entre los políticos alemanes para los asuntos que importan.
Ahorro
Los alemanes son los individuos más ahorradores del mundo desde hace mucho tiempo. La tasa de ahorro del país roza el 12%, es decir, de cada 100 euros guardan 12 para el futuro capitalizándolos a través de la banca o directamente en Bolsa. En la imagen el barrio financiero de Fráncfort, a orillas del río Meno, lugar a donde van a parar buena parte de los ahorros de los alemanes. La sede del Commerzbank (centro) y la del BCE (izqda) son dos de los rascacielos más altos de la ciudad.