
El régimen de Vladimir Putin detuvo a casi 1.400 manifestantes en las protestas que se produjeron en ciudades de todo el país tras la noticia de que movilizaría a 300.000 reservistas en la guerra de Ucrania. Los detenidos, según la organización independiente OVD-Info, ascendieron a al menos 1.386 en 38 ciudades. Las imágenes captadas en ciudades como Moscú muestran la extrema violencia mostrada por los agentes contra los manifestantes.
Un día después, el medio bielorruso Nexta ha asegurado que el régimen está castigando a los manifestantes con citaciones para alistarse al Ejército: mostrando las fotos de algunas de ellas, asegura se están empleando los datos que se tomaron en comisaría y que incluso algunos han sido llevados directamente ante las autoridades militares.
People detained at anti-war rallies in #Russia receive call-up papers
Some are left at police departments to be taken directly to the military commissariat in the morning. pic.twitter.com/uskNBG0mG7
— NEXTA (@nexta_tv) September 21, 2022
Entre tanto, el régimen insiste en agitar la amenaza nuclear a Occidente como ya hiciera Putin en su discurso de este miércoles. El ex presidente y ex primer ministro Dimitri Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, ha avisado de que Moscú "puede usar" todo tipo de armamento en caso de amenaza, incluidas las armas nucleares, y ha agregado que el país "ha elegido su propio camino y no hay marcha atrás".
La movilización anunciada por Putin supone, ha dicho, "no sólo la movilización de capacidades, sino de todas las armas rusas, incluidas armas nucleares estratégicas a partir de nuevos principios para lograr esta protección".
"Se celebrarán referendos y las repúblicas del Donbás y otros territorios serán aceptados en Rusia. La protección de todos los territorios que se unan se fortalecerá de forma significativa gracias a las Fuerzas Armadas rusas", ha explicado en un mensaje publicado en su cuenta en Telegram en alusión a la estrategia del régimen para anexionarse territorio ucraniano.
