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La izquierda calla ante los abusos a menores de Evo Morales pero condena el supuesto ataque a su vehículo

El líder cocalero asegura que intentaron asesinarlo, pero salió ileso y sólo presenta como prueba un video editadísimo y lleno de incongruencias.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, asegura que ha sido objeto de un atentado por parte del Gobierno de Luis Arce, que quiere "eliminarlo" para acabar con su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS). Dice quien estuviera al frente del país andino desde 2006 hasta 2019 que fue asaltado cuando viajaba en su vehículo por hombres armados, que efectuaron 14 disparos y alcanzaron a su chófer.

No son pocas las voces que aseguran que las imágenes del supuesto ataque que circulan por las redes no son más que un burdo montaje para convertir en víctima a quien está siendo investigado por violación, trata de menores y estupro. El también expresidente de Bolivia Tutto Quiroga lo ha tachado de "circo". Y las redes se han inundado de memes señalando las inconsistencias del video (como la ropa del conductor o el ambientador, que cambian a lo largo de las imágenes), que -es evidente- está muy editado.

En cualquier caso, esta situación no hace más que aumentar la tensión en el país, en el que se vienen registrando bloqueos y enfrentamientos con la policía desde hace dos semanas por parte de los seguidores de Morales, que rechazan que éste sea investigado por los graves delitos que se le atribuyen, en relación con la denuncia de una mujer -Sarai Vargas Pozo, de 23 años- quien asegura que el expresidente la violó y dejó embarazada cuando era menor.

Los hechos habrían ocurrido entre 2014 y 2016. La presunta víctima se quedó encinta cuando ella tenía 15 años y él era presidente. Se investiga si las relaciones sexuales, que no habrían sido consentidas por la adolescente, fueron -sin embargo- aprobadas, ocultadas e incluso propiciadas por su propia familia. La madre de la joven habría escalado políticamente en los años posteriores a la situación denunciada.

Y este no es el único caso que persigue al líder cocalero desde hace años. Su gusto por las féminas muy jóvenes era un secreto a voces, pero le estalló en la cara cuando vieron la luz imágenes y mensajes comprometedores del expresidente con adolescentes, incluso durante la etapa en la que residió en México y Argentina en condición de refugiado político. Hay testigos que aseguran que habría vivido con al menos cuatro menores, entre 2019 y 2020.

Morales estaba citado a declarar el jueves 10 de octubre ante la Fiscalía de Tarija. Pero no lo hizo porque -señaló- su vida corría peligro. Según uno de sus abogados, Nelson Cox, no había garantías suficientes para que lo hiciera de forma segura, a pesar del despliegue de hasta 600 efectivos que se había previsto precisamente con esa finalidad. Entretanto, los líderes de la izquierda cierran filas con el expresidente boliviano.

El silencio de Montero

Como viene siendo habitual, desde la izquierda española se hace caso omiso a las graves acusaciones que acorralan desde hace semanas a uno de los referentes del comunismo actual y amigo predilecto de sus líderes. En el caso concreto de Irene Montero, la ministra del ‘sólo sí es sí’, guarda silencio como hiciera en su momento ante las acusaciones de violencia doméstica del peronista Alberto Fernández. A la vista está, la gravedad de los delitos depende -para ella- de quién los cometa.

La mujer del expresidente argentino, Fabiola Yáñez, denunció las palizas que el mandatario le habría propinado incluso estando embarazada. El material gráfico que aportó -con en el cuerpo y la cara- conmocionó a la población del país, aunque no mereció el más mínimo comentario por parte de las formaciones de izquierdas o los movimientos feministas. Tampoco de la podemita, que ejerció como ministra de Igualdad durante tres años.

De la misma manera han procedido sus amigos de la izquierda iberoamericana. De las acusaciones de pederastia, los supuestos abusos y los hijos nacidos de relaciones con menores... Sobre eso, ni una sola palabra. Pero, eso sí, salen en tromba ante un supuesto ataque perpetrado desde el Gobierno del que sólo presenta un video editadísimo y lleno de incongruencias, salen todos a condenarlo en bloque. Montero lo tacha de "herida de muerte a la democracia".

En defensa de Morales

El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha sido uno de los primeros en salir en defensa del líder cocalero. Quien fuera miembro del grupo terrorista M-19 ha salido a la palestra para expresar su "solidaridad a Evo" ante lo que ha calificado como un ataque del "fascismo" contra Morales. "Por la policrisis mundial del capital y la humanidad, es un tiempo en donde hay que tomar posiciones y con firmeza llevar a la democracia real y global", ha añadido el anarquista.

Cristina Fernández ha dado un paso más allá y ha calificado los hechos relatados por Evo Morales de "criminal atentado", a pesar de que -más allá de que sea cierto o no- él mismo ha informado de que ha resultado ileso. La expresidenta argentina se ha dirigido al actual Gobierno de Bolivia para pedirle "que adopte todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad e integridad física".

Por su parte, el dictador venezolano Nicolás Maduro ha reprobado -en su caso, a través de Telegram- el ataque contra Morales y ha señalado que confía "en que Bolivia, la hija predilecta del libertador Simón Bolívar, y sus instituciones investigarán con profundidad y darán con los responsables" del supuesto "atentado", que es como lo ha calificado su equipo de Gobierno.

En la misma línea, la dictadura cubana ha calificado los hechos descritos por Morales como "intento de asesinato". Una "cobarde agresión a la paz y la estabilidad", ha escrito el canciller cubano, Bruno Rodríguez, desde su perfil en la red social X. También ha condenado la acción Revolución Ciudadana (RC), movimiento liderado por el expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017), que ha hablado de "intento de magnicidio".

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