El movimiento autodenominado de los "indignados" es una mezcla de grupos con intereses completamente diversos. Sin embargo, la tendencia ha ido hacia un movimiento marcadamente socialista y comunista, con el capitalismo como principal enemigo a combatir.
Entre estos grupos aparecen además una serie de organizaciones radicales de extrema izquierda. Uno de los grupos antisistema que ha apoyado las iniciativas del 15-M y que es posiblemente de los más proclives a la "acción directa", tal y como lo dicen ellos, es la Coordinadora Antifascista. La Policía ha intentado controlar a los miembros de esta organización a sabiendas de sus antecedentes y temía que infiltrados entre el resto de "indignados" provocasen graves altercados.
Tal y como aparece en su propia página web, este grupo está formado en buena parte por skinheads. Para conseguir sus fines no han dudado en utilizar la violencia y durante los últimos años han protagonizado graves incidentes en varias ciudades españolas.
En estos grupos se incluye RASH Madrid, que como ellos mismos se definen es "la sección madrileña de la Confederación Internacional RASH (Red & Anarchist Skinheads) que agrupa a cientos de redskins, ya sean anarquistas, comunistas o socialistas, en todo el mundo unidos para luchar contra el capitalismo y el fascismo".
Igualmente, aquí se incluye la Unión de Jóvenes Comunistas, grupo que pretende formar a la juventud en torno "a los ideales del marxismo-leninismo". "Sin teoría revolucionaria, no hay práctica revolucionaria", afirman en sus ideales.
También un partido político de extrema izquierda brinda su apoyo a los "indignados". Éste es Izquierda Castellana, formación de izquierda independentista que pretende una escisión de varias regiones. De hecho, uno de los convocantes del 19-J era un miembro de esta formación, que ha tenido tradicionalmente vínculos con Batasuna. De hecho, este partido siempre se ha manifestado junto a miembros del entorno proetarra.
Para más inri, Izquierda Castellana se presentó en coalición en las pasadas elecciones europeas bajo la marca Iniciativa Internacionalista, ilegalizada por el Supremo por estar instrumentalizada por Batasuna. Otra de las convocantes de la marcha de "indignados" del domingo, Ángeles Maestro, fue en el puesto número cinco de esta coalición.
Esta mítica dirigente de IU es ahora líder de Corriente Roja, escisión de la formación dirigida por Cayo Lara. Especialmente activa en el movimiento de los indignados, su grupo se define como una organización de "carácter comunista, radicalmente democrática y revolucionaria, abierta, dentro de sus mínimos, a la doble militancia y a todo tipo de tendencias. Defiende y apoya, por medio de la militancia dentro de los movimientos obrero, sindical y estudiantil, las luchas, la independencia y las conquistas políticas de la clase obrera, el fin de la Monarquía y el advenimiento de una República, y el derecho de autodeterminación de los pueblos. Su objetivo es impulsar la construcción de un frente unitario de izquierda anticapitalista que reagrupe a todos los fragmentos dispersos de la izquierda combativa en base a mínimos comunes, y permita enfrentar los ataques del actual sistema capitalista globalizado y su política neoliberal".
La CNT también ha brindado su apoyo al movimiento de los autodenominados indignados, promocionando, entre otras iniciativas, la marcha del 19-J. La CNT es un sindicato anarquista fundado en 1910 y que aboga por la "acción directa". En su página web aparece el cartel de la manifestación e invitan a "tomar" Madrid. También la Confederación General de Trabajadores (CGT) está participando en el movimiento del 15-M. Esta escisión de la CNT pertenece también a la tendencia anarcosindicalista y no ha dudado en sumarse a los movimientos de los indignados.