En la Carrera Judicial ya nadie duda que Carlos Dívar dimitirá como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial en el pleno que se celebrará el próximo jueves en éste órgano.
Una vez pactada la salida de Dívar, la gran incógnita ahora es saber quién presidirá el Poder Judicial. Los sucesores legales del todavía presidente del tercer poder del Estado son en el Tribunal Supremo, el magistrado Juan Xiol Ríos –como presidente de sala más antiguo del Alto Tribunal- y en CGPJ, el vicepresidente Fernando de Rosa. Una bicefalia hasta ahora inédita.
No en vano el artículo 123 de la Ley Orgánica del Poder Judicial señala que el "presidente del Consejo General del Poder Judicial será sustituido por el Vicepresidente en los supuestos de vacante, ausencia, enfermedad u otro motivo legítimo", teniendo cabida la renuncia de Dívar en estos supuestos.
Legalmente, ambos deberán ocupar el cargo de Dívar en funciones. La gran pregunta es conocer durante cuánto tiempo. El mandato del actual órgano de gobierno de los jueces expira en 2013 cuando se cumplirán los cinco años de vida de este Consejo.
Con un órgano de gobierno de los jueces completamente fracturado como en estos momentos la otra duda es si tres quintos de sus 21 miembros lograrán nombrar a candidatos de consenso para presidir el Tribunal Supremo y, en consecuencia, el CGPJ.
Una misión complicada a priori por varias razones. En primer lugar, porque no hay unanimidad ni de momento alianzas entre los vocales del Consejo nombrados a propuesta del PP y del PSOE.
En segundo término, porque los magistrados del Supremo no tolerarían que les volviera a presidir un juez que no fuera miembro de este órgano, tal y como fue el caso de Carlos Dívar, quien saltó de la Audiencia Nacional a encabezar el Alto Tribunal.
Y en tercer extremo, porque está por ver si algunos de los posibles candidatos estarían dispuestos a aceptar la presidencia del TS y CGPJ después de lo dañada que el escándalo Dívar ha dejado la imagen de la Justicia.
En principio, los dos sustitutos naturales de Carlos Dívar tendrían problemas para hacerse con la permanencia en el cargo. Xiol Ríos porque al ser un magistrado de corte progresista, miembro de Jueces para la Democracia, no contaría con el apoyo de los vocales conservadores -mayoritariamente de la Asociación Profesional de la Magistratura- y De Rosa porque cuenta con el handicap de no poseer la categoría de magistrado del TS. Además, el PSOE habría pensado en este magistrado como aspirante a cubrir una de las plazas vacantes en el Tribunal Constitucional.
Entre los favoritos que suenan con fuerza está Javier Delgado, actual magistrado interino del Tribunal Constitucional y expresidente del Supremo desde el año 1996 al 2001. Durante su mandato al frente del Poder Judicial, Delgado se caracterizó por su talante dialogante y por su empeño en reforzar la independencia del tercer poder del Estado. Ahora, los magistrados del Alto Tribunal verían como una buena noticia su vuelta.
Entre los vocales también suenan nombres de magistrados del TS como el del presidente de lo Contencioso-Administrativo, José Manuel Sieira o los jueces Rafael Fernández Montalvo, Ricardo Enríquez y Jesús Corbal. Todos son jueces con dilatadas carreras profesionales que asumirían ese puesto sin grandes ambiciones personales.
Otra posibilidad es que al no alcanzar un acuerdo sobre el sustituto de Dívar, Xiol Ríos y De Rosa ejerzan sus cargos en funciones durante el año restante para finalizar el mandato. En este caso, el problema está en que ya se encuentra trabajando en la interinidad desde hace más de tres años el Tribunal Constitucional. Tampoco favorecería a la imagen de la Justicia que todos sus órganos estuvieran trabajando con sus miembros en funciones.