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Enrique de Diego

Golpe a nuestros talibanes

La detención del jefe del aparato logístico etarra es un duro golpe a nuestros talibanes nacionalistas, a nuestros pequeños Ben Laden. Más porque en la evitación del robo de explosivos se limita la capacidad destructiva de la banda. Ese interés en dotarse de armamento indica que la dinamita robada en marzo ha sido utilizada o se encuentra inservible. Eso sucedía con buena parte de la que obraba en poder del comando Barcelona.

La conexión bretona no es nueva e incide en el carácter transnacional del terrorismo, en la necedad de considerar los conflictos como locales. Necedad sostenida por Francia durante décadas. Hay una solidaridad interna de los sanguinarios unidos por su odio a la libertad. Parece obvio que el robo en ciernes tenía la intencionalidad de una nueva campaña de terror, emuladora de la de los integristas islámicos.

En buena medida nuestro problema taliban tiene el mismo origen: las escuelas desde las que se predica el odio y la yihad nacionalista formando nuevos mártires-asesinos. En eso los nacionalistas moderados tienen una muy seria responsabilidad, pues las competencias educativas son suyas.