Pedro Gómez Aparicio, más conocido como “Pedro Go”, inquisidor y periodista en el bajo franquismo escribió una vez en la “Hoja de Lunes” de Madrid esta frase inolvidable: “Advierto por última vez al Kremlin” cuyas acciones, inspiradas desde luego por comunistas y masones no le gustaban nada. Que se sepa, el Kremlin no se dio por aludido.
Esta baladronada se parece bastante a la que lanzó hace horas la secretaria de política internacional del PSOE y concejala de Madrid, Trinidad Jiménez, sobre el tercer centenario de la ocupación del Peñón de Gibraltar.
“Nosotros no vamos a permitir bajo ningún concepto, -dijo, con un par, Trinidad Jiménez- , que un ministro británico acuda a un acto oficial en Gibraltar en este aniversario”. Minutos después, llegaba al aeropuerto gibraltareño el ministro de Defensa británico,Geoffrey Hoon que en las próximas horas será la estrella exclusiva del jolgorio.
Miguel Angel Moratinos, máximo representante de la llamada “diplomacia pánfila” utilizaba el diario El País (¿qué otro podría ser?) para explicar cuál iba a ser la política del gobierno sobre la colonia. En resumen: nada, con sifón. Es decir, mucha comprensión, mucha cordialidad, mucho tópico y mucha sonrisa. Orinan, pero llueve.
Al gobierno español le han metido los británicos en las últimas semanas tres goles: primero fue la princesa Ana que abrió las celebraciones del centenario, después el inolvidable submarino Tireless ancló en visita de negocios y ahora el señor Hoon acompañado por el Lord del Almirantazgo visita a los llanitos.
Ni adrede podía el gobierno inglés acumular tantos agravios. Ni adrede tampoco un gobierno podía producir tantas tonterías para un asunto que se resuelve reconduciendo un problema de descolonización a las instancias adecuadas (Naciones Unidas), un asunto de tráficos ilegales a la autoridad europea competente y un contencioso de carácter fronterizo por una “verja” que es un coladero y por donde transitan matuteros (nada que ver con el ex ministro Matutes), contrabandistas, narcotraficantes y empresarios dudosos.
El dúo Moratinos-Jimenez ha preferido utilizar la estrategia de madre Teresa mezclada con la amenaza de “Pedro Go” para salir del laberinto. Pero lo más gracioso de esta charlotada política ha sido, no se lo pierdan, el reclamo de la concejala Jiménez al PP por no haber previsto la llegada del ministro ¡hace un año! Y no haber protestado entonces.