Maradona quiere morir junto al coma-andante. Suplica que le dejen viajar a Cuba donde su admirado camello le pone en bandeja toda la cocaína que pueda consumir. En Cuba le permiten pasarse de la raya y acostarse con las jóvenes prostitutas que el régimen ofrece a sus huéspedes más ilustres. Diego no podía escoger un final más triste.
El mejor futbolista de todos los tiempos siempre se ha acompañado de bandidos que se han servido de su enfermedad y falta de juicio. El último de ellos es Fidel Castro. Según la prensa argentina, un juez que supuestamente vela por su salud mental y física, puede autorizarle a viajar a la Isla-cárcel en el caso de que la tiranía castrista se comprometiese a internarle en un centro alejado de la droga y de la jineteras. Y es que sólo un magistrado argentino podría confiar en la palabra de un camello sin escrúpulos.
El gobierno cubano no puede ofrecerle a Maradona otra cosa que no sea ruina, locura y muerte. Pero es lo que él quiere. Será difícil que los pocos que le aprecian puedan impedírselo. No hace muchos días, pudimos ver unas fotos en la que el ex futbolista aparecía –desnudo y en compañía de dos amigos y de su última "novia cubana"– esnifando cocaína en un centro turístico castrista.
Pocas semanas después tuvo que ser internado por su familia en una clínica argentina. Allí consiguieron salvarle la vida por enésima vez. Sin embargo, su suerte se nos antoja decidida. Todo parece indicar que su más importante camello se convertirá en su tutor y le acompañará en su último viaje. Muy probablemente, todos los que viven de su desgracia conseguirán que un tribunal de familia argentino le autorice a viajar a la isla que para él no es más que un paraíso de droga y de prostitución. Nada les importa que muera pocos días después de ingresar en un lupanar castrista disfrazado de centro médico.