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Agapito Maestre

Zapatero se les escapa vivo

Haga lo que quiera el PP, pero sea realista y encare directamente la verdadera cuestión política, a saber, el día 30 de diciembre Zapatero había desaparecido, por el contrario, hoy está vivo, coleando y luchando por dar un vuelco a la opinión pública.

"Vivo y coleando" está Zapatero. Pero, ojo, la cosa puede ser aún más grave para el PP. Zapatero y los suyos, que son mayoría en el Congreso, pueden dar un vuelco, un trágico vuelco, a las encuestas de opinión, si el PP no anda listo. ¡Atención! El PP no se movilizó, sin duda alguna por razones "electoralistas", cuando tenía que haberlo hecho. Malo. Quizá ya sea demasiado tarde. Así de cruel es no saber hacer política a su debido tiempo. Las lumbreras de Génova se conformaron con estar igualaditos en intención de voto con el PSOE o, quizá, un poquito más arriba... Se trataba de esperar pacientemente a que madurase el fruto para recogerlo del suelo. ¡Pobres! ¿Por qué les cuesta tanto comprender a los políticos del PP que sólo los principios y las convicciones sólidas mueven a los ciudadanos a cambiar el voto, incluso a quienes los miran con recelos por no tener suficientes arrestos políticos? Aprendan, por favor, que no basta con apelar a los principios democráticos, sino que es menester sacarlos a la calle y compartirlos. Hacerlos comunes.

El PP hizo cosas, por supuesto, desde el mismo día del cruel atentado del 30 de diciembre, pero, no nos engañemos, esperaron hasta al día 15 de enero, sí, esperaron la comparecencia de Zapatero en el Congreso, naturalmente, para vapulearlo. Bien, lo consiguieron, y después creyeron que con hacer proposiciones no de ley contra el terrorismo en el Parlamento tomarían la delantera. Falso. Se equivocan de país. No conocen suficientemente a la izquierda movilizada. No respetarán ni al que guarde silencio. Por supuesto, el Gobierno, como no podía esperarse otra cosa de una mayoría proclive a reírse de las instituciones democráticas, dijo no, no y no. No discutiremos nada que cuestione nuestra política de acercamiento a los terroristas. La izquierda en general, y el PSOE en particular, no discute nada en el Parlamento ni en la calle que venga del PP y menos en materia terrorista, que es su gran baza para mantenerse en el poder.

Además, el Gobierno responde con insolencia y una pizca de "terror" a la propuesta del PP. Lo dicen con toda la facundia y descaro, entre otros motivos, porque ni siquiera tienen conciencia del mal. No saben ni les interesa discutir en términos democráticos. ¿Y qué? Podemos consolarnos acusando al PSOE de totalitario, especialmente si leemos las palabras de Diego López Garrido despreciando las propuestas del PP. Vale. Podemos indignarnos con las justificaciones de las amenazas del portavoz del grupo socialista en el Congreso, que son aún más vomitivas que las propias amenazas (se necesita descaro para decir que desprecia las propuestas del PP porque su tradición política, la socialista y comunista, luchó en el pasado por la democracia...). Vale.

Sin embargo, nada de eso es relevante en democracia, porque el PP ha olvidado que el PSOE y sus socios tienen la mayoría en el Congreso y pueden rechazar esas proposiciones sin despeinarse. Sí, sí, tienen la mayoría para bloquear cualquier iniciativa parlamentaria. ¿Qué hacer entonces? Ya lo hemos dicho muchas veces. Antes que nada, el PP tendrá que imaginar fórmulas de oposición que no queden reducidas al "parlamentarismo". Tendrá que construir nuevas formas políticas y, por supuesto, tendrá que salir a la calle a construir espacios políticos, explicar en los medios de comunicación, hacer campañas de opinión pública, vertebrar propuestas de acuerdo con lo que exijan los colectivos sociales, en fin, tendrá que imaginar día y noche maneras de hacer política para arrebatarle la hegemonía al socialismo y a sus socios separatistas.

Haga lo que quiera el PP, pero sea realista y encare directamente la verdadera cuestión política, a saber, el día 30 de diciembre Zapatero había desaparecido, por el contrario, hoy está vivo, coleando y luchando por dar un vuelco a la opinión pública. ¿Acaso no es verdad la encuesta publicada por El Mundo acerca de la superioridad de Zapatero sobre Rajoy en el debate del día 15? ¿Manipulación? ¿Quién sabe? ¿Y si fuera verdad...? ¿Por qué tendría que darle El Mundo un balón de oxígeno a Zapatero? ¡Quien habla de ingenuidad en política! El tesón es todo. Persevere, pues, el PP en hacer política y déjese de lamentos nostálgicos por no tener un gobierno democrático.

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