César, que bonita es la ucronía y que bonito es el amor. Al final de la prédica uno sale como antiguamente de la misa del domingo... deseando comerse a la vecinita que había visto comulgando con esa carita de virgo fidelis y esas patitas de alambre que uno imaginaba ya en cada oreja. Oscuro objeto del deseo acrecentado por la gracia de ser pecado: una ayudita en el disfrute que nunca agradecermos lo suficiente a la Iglesia católica apostólica y tal y tal.
¿Cómo coño no abrazamos la Reforma esa, cogoenlaleche? No me lo explico.
La cruda realidad es otra muy diferente y menos prosaica, que diría Vidal (el de al fin y a la postre)
Se olvida por completo del carácter de los pueblos, de la idiosincrasia y de su genética, I,m sorry, genética. Expande un sentimiento culposo a la Iglesia católica y a la Inquisición como sojuzgadores de un pueblo bendito, abarcando al propio pueblo en el sentimiento de culpa por dejatrse sojuzgar. Tararí que te ví.
El vientre blando de Europa, sus habitantes, (exceptuando a Irlanda que es ultracatólica porque Inglaterra es protestante, y sobre todo Grecia, un caso aparte desde que se dejaron bigote), nada o muy poco tienen que ver con la mentalidad de los Europeos centrales y no digamos los escandinavos.
España, "nuestro país", sus habitantes, fusionaron su religión con su vida cotidiana, paganizaron la religión católica a cambio de verse gobernados por ella, pero no dieron muestras de que le importara mucho. Por lo vivido y por lo leído no veo en este personal que me rodea ese sojuzgamiento que flota en su prédicae y en cambio me los imagino disfrutando a lo grande en un Auto sacramental. A usted le choca y no lo entiende. Pero es que usted quisiera ver a España convertida en Dinamarca. Vale el deseo. A mi también me gustaría. Pero no veo la forma de hacerlo mas que dándole la vuelta al mapa.
Mire, esto lo escribí hace dos o tres meses. Lo he encontrado:
"El catolicismo como empresa, lo son todas las religiones, introspecciona la mente de los ciudadanos, observa qué demandan y lo que en el fondo quieren y lo ofrece en bandeja. Éstos lo aceptan, lo disfrutan y lo utilizan. Todos contentos. De lo que se trata en una religión es que se amolde a una idiosincrasia y que la gente se sienta mayoritariamente a gusto. El catolicismo, el islam, el budismo entendieron a sus ciudadanos, atendieron sus demandas y triunfaron. Do ut des creo que se llama eso. Otros profetas y otros holdings empresariales intentaron llevarse el gato al agua pero no dieron con
la tecla, o su labor de marketing no fue correcta, o llegaron pronto o tarde".
Estoy tan absolutamente anonadado con su serial que tengo que reconocerle que, como no sé por dónde empezar, hace tiempo ya que me he quedado sin palabras, o lo que es lo mismo sin argumentos, porque más que irritado que dice Vd., la mayoría, creo, nos sentimos vacíos, tanto que no sé si cogerme ahora mismo el cilicio y ajustármelo bien "prietico" al cráneo, por no haber sido capaz de darme cuenta como Vd. de dónde estaban los males que aquejan a nuestra patria.