Menú

Liga

José Manuel Puertas

La maloliente 'omertá' del fútbol español

Las recientes detenciones de varios directivos y exmandatarios de Osasuna han supuesto un episodio más en uno de los mayores males del fútbol.

Las recientes detenciones de varios directivos y exmandatarios de Osasuna han supuesto un episodio más en uno de los mayores males del fútbol.
Miguel Archanco, expresidente de Osasuna, detenido por la Policía. | EFE

En el año 2012 el ciclista escocés David Millar sacaba a la venta su autobiografía, "Racing through the dark", publicada en castellano con el título de "Pedaleando en la oscuridad". En ella, el que fuera campeón del mundo contrarreloj, consumado especialista en dicha disciplina, relata su llegada al mundo del ciclismo en 1997 y su entrada en la profesionalizada red de dopaje que dominaba dicho deporte en aquellos años, hasta que él mismo dio positivo en 2004. Según la pluma del británico, era poco menos que imposible triunfar en su deporte si no era bajo el influjo de sustancias dopantes de todo tipo, principalmente la archiconocida ya por todos EPO. Pero lo más inviable de todo, era saltarse la omertá. La ley del silencio impuesta entre ciclistas, directores, auxiliares y todo tipo de gentes del mundillo para que ninguna oveja descarriada tuviera a bien decir la verdad de la podredumbre que enviaba a uno de los deportes más bellos del mundo hacia su ruina más absoluta, el momento en el que cientos de miles de aficionados dejaron de creer en él, dejaron de emocionarse. Bajo tal mafia, nadie era capaz de denunciar que el ciclismo se moría. Paradojas del destino, los ciclistas y trabajadores de ese deporte, estaban llevando a su propia profesión a una situación crítica, que hoy se mantiene. Dicen que las cosas han cambiado, pero, sinceramente, permítanme que lo dude.

Las recientes detenciones de varios directivos y ex mandatarios de una institución no hace tanto señorial como el Club Atlético Osasuna han supuesto un episodio más en uno de los mayores males del fútbol en nuestro país: el amaño de partidos. Durante años todos hemos sospechado (o sabido, para qué engañarnos), que cuando llegaban los meses de abril y mayo, las artimañas más pantanosas de los clubes salían a relucir para evitar descensos, ganar ligas, o conseguir ascensos y clasificaciones para Europa. Sin embargo, apenas nadie se ha atrevido a moverse para no salir en la foto. Pocos han sido los valientes que han denunciado situaciones que se viven cada temporada y que prácticamente todos, por ser condescendiente, conocen. Y quien lo ha hecho, recordemos a Barkero, ha sido inmediatamente fusilado en lo deportivo. ¿Cómo vamos a tener a un chivato entre nosotros? La omertá es absolutamente intocable. La temporada siguiente a sacar los pies del tiesto establecido, Barkero, sobrado de facultades en el Levante para jugar en primera, se marchó a segunda con el Zaragoza, y apenas un año después, hubo de retirarse ante la falta de ofertas. ¿Casualidad? Permítanme que lo dude, nuevamente.

Los futbolistas, entrenadores, directivos, con honrosas excepciones, que las habrá, pocas, pero las habrá, llevan años con una ley del silencio en beneficio propio y que progresivamente está destruyendo al fútbol desde sus entrañas. "He escuchado alguna cosa, pero nunca he participado en ello", "las primas por ganar no me parecen mal, pero por perder nunca he sido partícipe de nada". Frases típicas de futbolista medio cuestionado al respecto. Futbolista habitualmente acomodado, cobarde, egoísta, que sólo es capaz de ser valiente veinte años más tarde, en el mejor de los casos. Porque si lo es antes, se tendrá que retirar, como Barkero, por haberse atrevido a romper la omertá. En tercera, en segunda, en primera, y hasta en preferente. Esto ha pasado y, por desgracia, me temo que seguirá pasando.

El aficionado, con razón, está empezando a hartarse de este tipo de cosas. Si en esta sociedad decrépita no podemos creer ni en el deporte, los pocos valores que nos quedan se continuarán yendo delante de nuestros ojos. El fútbol es demasiado importante en nuestro país como para que los que están dentro de él no sean capaces de defenderlo. Por favor, futbolista, sean valientes. Su salario, precisamente, lo permite. Quizá se acorte su carrera. Pero siempre podrán ir por la vida con la cabeza alta. No permitan que la gente deje de emocionarse. No permitan que el fútbol continúe pudriéndose.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios