Las perspectivas de una dolorosa derrota electoral para el PP el próximo 24 de mayo son tan acuciantes, que incluso en un partido tan poco acostumbrado al debate interno no dejan de surgir voces que reclaman un retorno a las ideas, principios y valores que han hecho del Partido Popular la primera formación política de España. La convención nacional celebrada ayer en Madrid para presentar el programa autonómico fue aprovechada por algunos de los dirigentes más veteranos para recordar a todos, y a Rajoy el primero, que la única manera de no diluirse en las encuestas es volver a "hacer política", precisamente lo que más incomoda al presidente del Gobierno.
Líderes populares tan significados como Rudi, Herrera o Aguirre volvieron ayer a advertir del error irreparable que supone abandonar la batalla de las ideas y dejar la iniciativa política en manos de los adversarios. El aviso es un serio toque de advertencia a Rajoy, cuya estrategia de reducir sus mensajes a la incipiente mejoría de la situación económica está provocando a su partido un daño electoral sin precedentes, como atestiguan todas las encuestas realizadas a nivel local, autonómico y nacional.
La única novedad en esta particular estrategia de comunicación implantada por Rajoy y sus colaboradores más cercanos es añadir a los eslóganes sobre la recuperación económica una sarta de ataques, a cual más pueril, contra Ciudadanos, el partido al que puede marcharse una parte nada desdeñable de sus actuales votantes. En lugar de tratar con fingido desdén a un joven partido que amenaza su hegemonía, en Génova deberían preguntarse qué es lo que ofrece la formación de Rivera que los simpatizantes del PP ya no encuentran en el partido al que han votado tradicionalmente.
La respuesta, como saben bien los líderes regionales que ayer volvieron a salir a la palestra, es la defensa sin complejos de unas ideas que el PP de Rajoy abandonó nada más llegar al poder a finales de 2011. Ahora que están en juego miles de cargos públicos en las autonomías que gobierna el PP –casi todas-, surgen las voces de alarma entre las baronías cuyos líderes ven cómo su salida del poder es, cada vez más, una posibilidad real. Sea por coherencia doctrinal o por interés partidista, los barones del PP ya han dado la voz de alarma y reclaman sin disimulo una vuelta del partido a las esencias que siempre lo distinguieron. Está por ver que Rajoy les conceda esa gracia a tiempo para paliar el desastre electoral que se les avecina.