Los abanderados españoles del comunismo, tan corrupto y criminal, no conocen límites a la hora de utilizar los casos de corrupción que están copando las portadas para dar rienda suelta a su demagogia de pésima estofa. Así, si el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, presentaba este miércoles una querella contra el PP nada menos que por el "delito de organización criminal", un día antes esa misma formación y sus socios de Podemos incitaban a la comisión de una cacerolada ante la sede del partido en el que han militado tantas víctimas de la también ultraizquierdista organización terrorista ETA con un cartel que literalmente rezaba: "Que se disuelvan y entreguen las armas. El PP no es un partido, es una banda".
Ese cartel repugnante no sólo es verdaderamente infame y una afrenta contra el PP, al que Iglesias, Garzón y el resto de la ultraizquierda alabardera del hipercorrupto y criminal régimen ultraizquierdista que devasta Venezuela trata infinitamente peor que a los asesinos de ETA, sino un execrable insulto a las víctimas de ETA, para las que no tienen las palabras de afecto y solidaridad que les sobran cuando se trata de blanquear al terrorista Arnaldo Otegi, por poner un ominoso ejemplo.
No es la primera vez que esta basurienta izquierda blanqueadora de la izquierda terrorista y ladrona (¡nadie olvide la abominable extorsión orwellianamente denominada "impuesto revolucionario"!)humilla a las víctimas del terrorismo: recuérdese al impresentable concejal madrileño Guillermo Zapata diciendo que Irene Villa, mutilada por la banda de Otegi, podría ir a por repuestos al cementerio de las niñas de Alcácer; o al propio Pablo Iglesias elogiando a ETA por condenar la Transición y negar la consideración de democracia auténtica a la España constitucional y pidiendo incansablemente que los presos de esa organización terrorista, tan de extrema izquierda como él, "vayan saliendo de la cárcel".
Con esta asquerosa equiparación del PP con ETA, equiparación en la que de hecho no creen porque no se cansan ni de demonizar al PP ni de blanquear a los criminales de ETA, Podemos e Izquierda Unida, palanganeros de regímenes estructuralmente criminales y corruptos como los que padecen en Cuba y en Venezuela, han vuelto a demostrar que son una lacra para la democracia y la convivencia, partidos indignos que no merecen más que oprobio y un abierto rechazo de todos los amantes de la libertad.