Nosotras o la finca, que es chula y supermaja.
Nosotras o el precioso y enorme casoplón.
Nosotras o la inmensa piscina con tinaja.
Nosotras… ni de coña dejamos la mansión.
Que emitan sus sufragios las bases podemitas.
Que digan si nos quieren o quieren al PP.
Que voten los inscritos. Que voten las inscritas.
Pero eso sí, nosotras tenemos ya el chalé.
Nosotras, como líder y como portavoza,
buscamos a los mellis un cole supercool.
Vallecas nos oprime. Vallecas nos destroza.
Y el cielo en La Navata relumbra más azul.
Malditos paparazzi, que esperan en la calle
para sacarnos fotos. Qué incómoda agresión.
Nosotras no queremos que se nos avasalle.
Por eso nos mudamos al nuevo casoplón.
Pagarlo es cosa fácil. Un banco separata
(la Caja de Ingenieros) la pasta nos la da.
Nos pone una hipoteca que sale muy barata.
Y luego está la herencia jugosa de papá.
Papá y mamá (de Pablo) son gente muy pudiente,
y en qué mejor que en esto sus fondos emplear.
Poseen seis viviendas. Con un inconveniente:
que aún no han fallecido. Tendremos que esperar.