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Federico Jiménez Losantos

Sánchez está fuera de control y de la Ley

Pedro Sánchez ya no es sólo ilegítimo. Es un gobernante fuera de la Ley. Peor aún, contra la Ley.

Pedro Sánchez ya no es sólo ilegítimo. Es un gobernante fuera de la Ley. Peor aún, contra la Ley.
EFE

Una nota de la agencia Efe de ayer sábado muestra que la imposición del estado de alarma en Madrid ha sido un acto de prevaricación criminal, porque fatalmente costará vidas y graves daños económicos, y por el que debería ser procesado todo el Gobierno, con Pedro Sánchez a la cabeza. Al principio, la noticia era tan importante que pasó casi inadvertida, iba como cuarta o quinta llamada en la versión de internet. Poco a poco se hizo dueña de las portadas. Anoche, sólo diario golpista del Ibex36 la ocultaba. Y todo estaba allí desde el principio, en una simple nota de agencia. Era ésta: 

La prevaricación de la banda de Illa

"El Ministerio de Sanidad reconoce que utilizó datos antiguos de la incidencia de la covid en Madrid para pedir la declaración del estado de alarma y poder confinar la capital y otros ocho municipios de la región. El departamento de Salvador Illa admite que tuvo en cuenta los datos de la incidencia acumulada del virus correspondientes al domingo 4 de octubre, hace una semana, obviando la mejoría que se había producido en los últimos días. Tanto la capital como otros cinco de los municipios confinados registraban ya una incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes inferior a 500 casos el miércoles 7 de octubre, uno de los parámetros establecidos por Sanidad para los confinamientos perimetrales. 

El reconocimiento de Sanidad, a preguntas de la agencia Efe, se produce después de que el consejero madrileño, Enrique Ruiz Escudero, denunciara el viernes por la noche que "seis de los nueve municipios -confinados- están hoy -por el viernes- por debajo de los 500 casos". Según los datos de la Consejería de Sanidad, Madrid tenía ya el miércoles una incidencia acumulada (IA) de 465 casos por cada 100.000 habitantes.  

Lo mismo sucede en cinco de los otros ocho municipios confinados. Con datos del miércoles 7 de octubre, en Alcobendas la IA era de 450, cuando el 4 de octubre era de 643; en Alcorcón, de 396 y no 566; en Móstoles había bajado a 331 desde los 514; en Torrejón estaba en 448 y no en los 651 del domingo pasado; y en Leganés era ese día de 441 y no 619. Sólo tres de los municipios confinados (Parla, con 679, Fuenlabrada, con 608, y Getafe, con 522) superaban el límite establecido por el Ministerio de Sanidad. 

La bi-prevaricación de Illa a favor del PSOE

Además, se da la circunstancia de que Móstoles, con 331 casos por 100.000 habitantes el miércoles 7 de octubre, presentaba mejores datos que Alcalá de Henares, con 335 y que el Gobierno sacó a última hora del decreto de alarma. Los dos municipios madrileños están gobernados por el PSOE. 

Las fuentes del Ministerio de Sanidad consultadas por Efe admiten que tomaron de "referencia datos de incidencia acumulada de la pandemia del día 4". "Los datos eran del 4 y fueron consolidados el 8 de octubre", han precisado las mismas fuentes. Sin embargo, en el decreto del estado de alarma publicado el viernes, Sanidad introduce una tercera fecha y asegura que los datos corresponden al 7 octubre. 

Este reconocimiento por parte del Ministerio ratifica al consejero madrileño en su opinión de que la decisión del Gobierno central "estaba tomada desde hace tiempo". "Han buscado cualquier vía, olvidándose de los criterios técnicos, de la vía del diálogo", sostiene Ruiz Escudero. 

¡Y el farsante Illa pedía "alma a Madrid"! 

El estado de alarma impuesto por el Mulo monclovita se ha limitado a imponer las medidas que el TSJM declaró ilegales, es decir, a atropellar al Poder Judicial desde el Ejecutivo. Pero el tosco centauro, cabeza humana sobre osamenta de percherón, tenía prevista la coz una semana antes y no pudo esperar siete días a que el Ministerio de 'Insanidad' falseara datos y escudara en confusión de cifras lo que ahora es contradicción insalvable. Hay funcionarios que no quieren cargar con el mochuelo penal de haber intervenido el 8 con las cifras del 4, ya mejoradas, y han dejado en ridículo a Illa, que sólo llegó a falsificar el 7. Corto hasta para eso. Al Mulo le urgía poner sus herradas patas en la castigada frente de la Comunidad de Madrid y se dio ese mular gusto, pero las marcas de sus herraduras lo han delatado. 

Illa, ese Cobrador del Frac rediseñado como espagueti de enterrador, no se atrevió a firmar la orden de la prevaricación, y delegó en su segunda, por si acaso. Pero, consumado el delito, se atizó una ratafía y le pidió a la Comunidad de Madrid que "tuviera alma". ¡El espantapájaros que negó dos meses la inminencia del virus y presumió de las medidas de prevención que no tenía, con 53.000 muertos en su haber, pidiendo "alma" a sus víctimas! 

La traición descarada de Inés y Aguado

Sánchez se largó al trote a Barcelona para no presidir el Consejo de Ministros, y la deteriorada Carmen Calvo, presidenta en funciones, exhaló una nota proponiendo una especie de 'estado de alarmita', limitado a la opción 2 del chantaje a Ayuso: que no impusiera lo que los jueces habían declarado ilegal (opción1) ni dejara que ella firmara la intervención (opción 3), sino que Madrid pidiera el estado de alarma que rechazaba (opción 2). 

Naturalmente, Ayuso, cuya paciencia se acreditó en la formación de Gobierno regional hace un año, no podía pedir lo que los jueces, a los que recurrió la Comunidad, habían considerado ilegal unas horas antes. Pero mientras el Mulo trotaba a Barcelona con el Rey atado al estribo, y Calvo se negaba a parecer totalmente burra, pasaron unas horas antes de la coz. Y ahí se retrataron Inés Arrimadas e Ignacio Aguado. Inés, pidiendo que Ayuso hiciera lo que ordenaba Sánchez, sin saber que en el mismo momento en que ella se delataba, Calvo fingía una alternativa menos humillante; y Aguado, al apoyar a Calvo cuando acababan de anunciar la intervención de Madrid. 

Lo peor para el extinto partido naranja no es lo de Aguado, cuya condición de judas sin voluntad de ahorcarse es pública y notoria, sino lo de Inés. Muchos creyeron o quisieron creer que Aguado iba a su aire, como en tiempos de Rivera, que lo quería echar y al final no lo hizo. Inés, en su intervención, demostró que ni siquiera sabía de qué iba la Opción 1, la de imponer lo ilegalizado por el TSJM -¡ella, antaño tan estudiosa!- y que está dispuesta a lo que sea para demostrar que su acuerdo con el PSOE es incondicional. Vamos, que se ha convertido, como ya anunciamos aquí, en la agrupación madrileña del PSC de Illa. ¡Ni siquiera de Iceta: de Illa! Tras ese gesto de sumisión, el Mulo debería nombrarla ministra sin cartera, aunque con chequera. Tenía razón Girauta cuando dijo que Ciudadanos era ya sólo una gestora de intereses particulares. Pero Inés podía recatarse más. 

Sánchez está contra la ley

Sánchez, cuyo acceso al Poder fue legal pero ilegítimo, porque se urdió con el apoyo de los que quieren destruir el orden constitucional y la nación española, en cuya soberanía se basan todos los poderes del Estado, ya no es sólo ilegítimo. Es un gobernante fuera de la Ley. Peor aún, contra la Ley. Fuera de la Ley se puede estar por error, descuido o abuso parcial, y es una situación corregible. El que está en el Poder y contra la Ley, como Sánchez, en cada acto conspira para romper la legalidad de todo cuanto se oponga a su capricho. Un Ejecutivo que no ejecuta la Ley sino que busca ejecutar, en el sentido de decapitar, el orden legal, está fuera de la Ley y debe ser apartado del Poder cuanto antes. Censura es poco: inhabilitación. Si no ante nuestro Rey, que está preso, ante Europa, que empieza a mirar atónita lo que está pasando en España. 

El gran problema para restablecer el orden legal que, como prueba el caso de Madrid, está siendo deliberadamente atropellado es que Sánchez, como buen psicópata, es calculador, y para destruir el orden legal viene demoliendo el Poder Judicial a partir de la Fiscalía y mediante una serie de ropones que merecen la cárcel más que el cargo. Y aprovechando el interés, la cobardía o el sectarismo de unos jueces que, para subir, han de bajarse hasta identificarse con los intereses de los partidos que los ponen. Pero no estamos ante el habitual abuso de poder sino en manos de un loco furioso

La oposición, teóricamente formada por los tres partidos que impiden que Sánchez se haga con Madrid, debe ser consciente del cambio radical que ha sufrido la situación política. No es que todo este yendo muy deprisa, es que está fuera de control, porque nos preside un auténtico incontrolado y nos vicepreside un sociópata científico, o sea, un comunista, que ve en el loco pirómano el arma ideal para quemar España y reinar sobre sus cenizas. 

La necesaria unidad de PP y Vox

Doy por perdido a Ciudadanos para la causa constitucional, después de la escandalosa actuación de Arrimadas y su iscariote. Pero el PP y Vox, que son lo que nos queda, deberían abandonar de una vez el postureo y la calculitis electoral. Jugar a ganar tiempo es perderlo de modo irrecuperable. Buscar mezquinamente la derrota del otro acelerará el hundimiento mutuo. Decía Abascal la semana pasada que si, ante la atroz situación provocada por el Gobierno, no presentase una moción de censura, valdría más retirarse de la política. Cierto: la moción no sobra, pero tampoco basta. Falta unidad. Y para eso hace falta una conciencia clara de ese peligro llamado Sánchez.

Si Casado, además de censurar esa teodorada de que Vox es el Podemos de la Derecha, que hasta como insulto es ridícula, no quiere perder del todo las riendas del PP y del futuro, debería plantear iniciativas similares. Para empezar, en la Unión Europea, donde es más fuerte y no hace encuestas Michavila, el nuevo Arriola o Doctor Bacterio de Doña Maricomplejines, que pide una encuesta, se asusta de lo que ha pedido y se queda quieta, o sea, muerta. Ni Vox ni el PP pueden nada por separado. Juntos, podrían luchar. Ante un presidente fuera de sí y un Gobierno fuera de la Ley, es lo menos que sus votantes y compatriotas les podemos pedir. 

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