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Agapito Maestre

Sánchez, Lastra y Delgado o el fin del PSOE

Esto no lo arregla ni un Congreso Extraordinario del PSOE. O convoca elecciones generales ya o el PSOE se hunde para toda la vida.

Esto no lo arregla ni un Congreso Extraordinario del PSOE. O convoca elecciones generales ya o el PSOE se hunde para toda la vida.
Dolores Delgado | Moncloa/JM Cuadrado

La comparación de asuntos incomparables lleva directamente a la demagogia. Y, sin embargo, resulta difícil no relacionar la dimisión, cese o abandono de Adriana Lastra del cargo de vicesecretaria general del PSOE con la salida de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado. Dos estrechas colaboradoras de Pedro Sánchez se apartan, o peor, quizá han sido forzadas a abandonar sus respectivos cargos en el Partido y el Estado. Variopintos y susceptibles de sospecha son los motivos alegados por ellas para justificar sus salidas; unos, los referidos a embarazos y enfermedades, son respetables y hasta creíbles, y hay otros que forman ya parte del patrimonio patrio de la risa y el cachondeo, meras excusas para no reconocer lo evidente: Sánchez trata de salvarse haciendo una limpia de cargos en el partido y en el Estado. Eso no debe impedirnos reconocer que el pueblo español está contento con sus retiradas.

Estamos en un tiempo de alegrías democráticas. Vayan con Dios estas buenas prendas de la política española. ¿O acaso no es cierto que estas dos políticas, lejos de aportar nada a la mejora de la vida ciudadana, han embarrado permanentemente el espacio público-político? ¿Quién pondría en duda que las declaraciones y actuaciones de las señoras Lastra y Delgado sólo han servido para debilitar el pobre tejido democrático de nuestro país? Creo que el comportamiento antidemocrático de la señora Lastra ha competido en estulticia y osadía con el de la ex Fiscal General del Estado, la señora Delgado, que aceptó el cargo después de ser Ministra de Justicia de Pedro Sánchez. Los fiascos y atropellos cometidos por estos dos personajes son de tal envergadura que solo un despistado no se alegrará la nueva situación.

La desastrosa gestión de Lastra y Delgado para elevar la calidad democrática de este país no debe confundirnos con su eficacia a la hora de servir a las peticiones del Jefe de Gobierno. Han cumplido escrupulosamente con el cometido que les encargó Sánchez: populismo, populismo y populismo. Persecución de la Oposición y demonización de toda opción política que no fuera socialista, comunista y separatista. La ramplonería política de estos personajes parece ya inservible. ¿Conseguirá Sánchez sustituirlas por otras personas de mayor consistencia? ¿Quién con un poco de legitimidad democrática se prestará a estos enjuagues y cambios de Sánchez? Y, sobre todo, en caso de que Sánchez halle rostros más presentables que las de Lastra y Delgado, ¿llegarán a tiempo para detener la crisis por la que atraviesa el partido?

Me temo lo peor. La crisis del partido sólo es comparable con la crisis de un gobierno que no se pone de acuerdo consigo mismo en lo fundamental. Esto no lo arregla ni un Congreso Extraordinario del PSOE. ¿O convoca elecciones generales ya o el PSOE se hunde para toda la vida? Y encima, por si tuviera poco, el CIS, sí, el que dirige el amigo del Presidente, Tezanos, da por primera vez ganador al PP con más del 30,1 % de los votos.

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