La reacción de las plañideras de la izquierda sobre el caso Errejón está a la altura de las grandes expectativas morales suscitadas durante los años de Gobierno primero de Podemos y ahora de la facción yolandista. Y es que lo de Íñigo no se podía saber, pero se veía venir. En fin, un buen novio.
Como quien no quiere la cosa, sujetos como Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón, así como sus sucesivas parejas, han determinado el tono y la sustancia de la moral sexual en España con engendros tan extraordinarios como esa ley del sí es sí que puso en la calle a cientos de delincuentes sexuales y les rebajó las penas a otros miles de ellos. Según la principal impulsora de esa desgracia, la señora Irene Montero, la culpa fue y es de los jueces que aplican la ley con criterios machistas.
Toda esa basura de los chicos, las chicas y les chiques, la teorización de la transexualidad como una especie de derecho de la infancia, igual que la sexualidad, la destrucción de los géneros y el aparataje legal en defensa de la mujer entendida siempre como una víctima frente al agresor universal, el hombre por el hecho de serlo, es lo que se cuece en el fondo de la olla de heces del debate sobre las andanzas de Errejón, más que personaje, una caricatura.
Los españoles estamos bajo las leyes que dicta esa gente según sus delirantes criterios sobre lo que está bien y lo que está mal en las relaciones y en el sexo porque como buenos comunistas se creen con derecho a velar por nuestra rectitud moral, a mirar por el ojo de la cerradura de las alcobas y a castigar a quien les parezca conveniente, porque sí o para dar ejemplo, como parecer ser el caso de Errejón. Y lo hacen unos tipos que están tan vinculados al régimen de los ayatolás de Irán que van por ahí diciendo que el miserable asesino de Hamás que ideó el 7-O es un héroe, como es el caso de Iglesias. O el del propio Errejón, un sicario "intelectual" del chavismo. Es decir, marionetas en nuestro país de regímenes totalitarios que ahorcan a los homosexuales, lapidan a las adúlteras o matan de hambre a su población.
🇵🇸 Yahya Sinwar escribió su propia historia
▶️ Sinwar murió como un combatiente, entre sus hombres, armado, en las calles de Gaza. No estaba rodeado de rehenes y no se rindió. Yahya Sinwar escribió su propia historia
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— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) October 26, 2024
Que el PSOE de Sánchez y Ábalos le haya entregado a esta panda de la "Complu" ministerios claves para imponer sus peligrosas majaderías es también toda una lección moral. De ausencia absoluta de moral, concretamente.