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Pseudo-Leires, "éxito garantizado"

Da igual lo que sea o parezca Leire Díez y cuantos hayan aparecido o estén por aparecer en escena. Lo que importa son los delitos que han cometido y van a cometer para tratar de impedir que se investiguen los que acechan al PSOE

Da igual lo que sea o parezca Leire Díez y cuantos hayan aparecido o estén por aparecer en escena. Lo que importa son los delitos que han cometido y van a cometer para tratar de impedir que se investiguen los que acechan al PSOE
Leire Díez posando ante las cámaras antes de su grotesca rueda de prensa. | Europa Press

Leire Díez, autoproclamada como fontanera de la Moncloa sin mérito ni talla —la fontanería es algo más que la mera cloaca—, ya ha fingido chamuscarse cual fusible que protege el circuito del PSOE. Da igual cómo se llame la cloaca, Leire, Lerele, Aldama, Koldo, Dolset… Gracias a Villarejo y a Balta&Lola sabemos al milímetro cómo funcionan. Lo importante es averiguar hasta dónde han llegado esta vez e insistir en la denuncia del delito.

Ya apenas se habla, aunque volverán las oscuras golondrinas, de Ábalos o de Koldo; poco de Hidalgo y casi nada de Ángel Víctor, el que se tapa la boca como Piqué para hablar en español con Salvador Illa. A media tabla siguen dando algo de guerra los cuñados Begoña y David, pero la semana ha sido para Leire. Todos mienten y delinquen. Todos son súbditos del que encargó a otros su tesis doctoral o su primer libro, pupilos del rey del fraude, el del fango y los pseudomedios. Lo falso es fundacional en este PSOE. Hay que aprenderse esa lección de una vez.

Pero lo falso o lo cutre no es menos peligroso sino todo lo contrario. Todos, los estirados y los chabacanos, se conocen y se han visto en demasiados sitios. No deben deslumbrarnos los empujones, las apariciones sorpresa o los presuntos imprevistos porque la cloaca está bajo tierra siempre, desde hace décadas. Inmutable. Y por mucho artista invitado que acapare la atención de un día, los villarejos habituales están siempre al final del oscuro callejón, iluminados de pronto por la tenue luz de un mechero que enciende el enésimo pitillo de la espera nocturna.

La condición del cloaquero es siempre mejorar una situación personal adversa gracias al tráfico de datos sensibles. Unos aminoran o borran una abultada deuda, otros construyen venganzas y casi todos esquivan, de una u otra forma, un delito previo. Pero para ello se meten de lleno en otro, en la espiral que desciende sin remisión a la cloaca.

Allí siempre habrá huellas de José Manuel Villarejo, de Enrique García Castaño y de sus "troncos" habituales, auténticos notarios de los bajos fondos que han creado supermercados de vídeos, audios y fotos a los que se puede bajar en caso de necesidad. El precio es alto, pero hay mercado de sobra. Políticos, jueces, fiscales, periodistas… Todos juegan, unos comprando y otros vendiendo. Unos son víctimas y otros verdugos. Pero de la cloaca jamás se sale.

El engranaje, el clan

Tras la famosa comida de Rianxo (2009) en la que aparecieron los términos de "información vaginal" y el "éxito garantizado" hubo muchos otros encuentros entre los amigos: el juez, la fiscal y el comisario. En uno de ellos, celebrado en 2015, cuando Dolores todavía no había llegado al Ministerio, dejó claro que la cloaca, unas veces más activa que otras, es eterna: "Todos los cometidos son importantes porque al final son piezas de un mismo engranaje. Para que los engranajes funcionen a veces a algunos nos toca estar en un sitio y a otros en otro".

Villarejo no albergaba dudas: "El clan, la lealtad… tú sabes con quién puedes contar y con quién no y ésa es la esencia de la vida".

Las cloacas bullen vapores de sauna

Hay muchos clanes bajo el asfalto y a veces cuesta distinguir esas lealtades que comentaba el dicharachero Villarejo con la que fue ministra de Justicia y Fiscal general del Estado y con el que quiso ser ministro y no llegó por culpa de Margarita Robles, o sea, con Balta&Lola. Pero el PSOE, siempre en forma, ya se había hecho tiempo atrás con todo lo que pudo de la insondable cloateca del comisario. No hay más que pedírselo, con la promesa de borrar cuentas pendientes, al que esté tan desesperado que no tenga nada que perder.

Parece que el encargado fue el voluntarioso escolta de Leire, el tal Javier Pérez Dolset, que la protegió de Aldama en el sainete de prensa que nos devolvió a los años 90. A Ferraz le interesaba mucho la serie completa producida por Villarejo y García Castaño en las saunas del suegro presidencial, Sabiniano Gómez Serrano, fallecido hace ahora un año. Había de todo, según cuentan, porque aquello eran saunas-plató. Ya lo consiguió Dolset, ya ayudó Ábalos, ya lo entregó Leire, ya lo tiene Santos Cerdán, ya lo sabe el Número 1. Ahora sólo hay que ponerse a buscar escándalos contra las personas que investigan escándalos que afectan al Padrino. Nada nuevo. Pero hay que perseguirlo.

Óscar López, camarlengo de Félix Bolaños, tiene el encargo de darle la vuelta al corrupto calcetín. Donde ponga PSOE hay que decir PP, luego inflar bulos para después negarlo todo y, por último, retar a la prensa a que demuestre lo evidente. Gracias a Dios es el candidato del PSOE a la Asamblea de Madrid para la próxima cita electoral regional. Bolaños, el superministro con cara de susto, está como en la reserva, quizá maquinando el siguiente capítulo. ¿Otra reflexión en soledad del presidente? ¿Un bombazo contra el PP? A lo mejor sólo está valorando si será mejor jugar al dominó con Page.

En todo caso y sea quien sea el comandante, buscarán o fabricarán material contra Manuel Marchena, contra Beatriz Biedma, contra Juan Carlos Peinado, contra Alejandro Luzón, contra Antonio Balas, contra toda la UCO, contra abogados, periodistas, familiares de cualquiera de los anteriores… y todo aquel que tenga algo que aportar en los casos contra Koldo y José Luis Ábalos, contra Begoña Gómez o David Sánchez, contra el fiscal general Álvaro García Ortiz o contra las operaciones que tienen cuartel en Caracas y fonda en Madrid, desde los rescates de líneas aéreas hasta lo que alcance la imaginación. Es decir, contra todo aquel que pueda agilizar la macro-causa contra Pedro Sánchez que pide paso con fanfarrias.

Y, por supuesto, queda por investigar, sin aspavientos pero con determinación, el voto por correo del año 23 que parece ser que, como mínimo, pasaba por las manos de la pocera Leire. No es trumpismo electoral, es sospecha legítima y muy seria.

Da igual lo que sea o parezca Leire Díez y cuantos hayan aparecido o estén por aparecer en escena.

Lo que importa son los delitos que han cometido y van a cometer para tratar de impedir que se investiguen los que acechan al PSOE. Hay que seguir investigando sin parar, como se hace, entre otros sitios, en esta casa.

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Ir a la manifestación convocada este domingo 8 de junio a partir de las 11 de la mañana en la Plaza de España de Madrid contra la Mafia es una buena acción.

Que por nosotros no quede.

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