Si hay algo que he tenido que leer y escuchar durante los últimos meses o incluso años, si cuento sobre todo la temporada pasada y también la actual, es que Ángel Correa “no vale para el Atlético de Madrid". Es uno de los jugadores más criticados del conjunto rojiblanco y además el ‘haterismo’ hacia él siempre ha tenido más de un filo, porque habitualmente cuando se ataca a Correa se aprovecha para lanzar un dardo indirecto o directo a Simeone por confiar en el ‘10’. Todo ello ha creado un ambiente de presión constante que es difícil de manejar para cualquiera, pero más para un futbolista que, como obrero del balón, hace lo que le mandan sin quejarse.
¿Correa ha tenido momentos malos? Sí. ¿Correa ha fallado goles que costaron puntos? Sí. ¿Correa rinde más como revulsivo que como suplente? Sí. Nadie, ni él mismo, esquiva ese tipo de críticas, porque evidentemente están basadas en hechos reales, sin embargo, hay que analizar también el otro lado de la moneda. ¿Correa ha tenido momentos buenos? Muchos. ¿Correa ha marcado goles que dieron puntos? Por supuesto. ¿Correa ha tenido la oportunidad de ser titular durante varios partidos para demostrar que puede ser titular? No. Y en esta primera negativa que doy a una pregunta es donde, creo yo, radica el asunto Correa.
Las características del Atlético de Madrid de Simeone hacen que Ángel Correa se haya convertido en un perfecto secundario para situaciones complicadas. Todos conocemos ya cómo es y qué hace Correa dentro del terreno de juego. El ‘10’ es un jugador de revoluciones altas, de giros rápidos y movimientos que dan zarpazos a las líneas enemigas para romperlas, es decir, es un delantero para asumir riesgos en momentos de pulsaciones altas. Por eso, en esas ocasiones mayoritarias en las que Simeone quiere control y contundencia sin tanto riesgo, Correa sale del plan. ¿Error del Cholo? No, es el estilo de Simeone. Nunca ha engañado a nadie y por supuesto tampoco ha engañado a Correa. En rueda de prensa hemos visto al Cholo decir en repetidas ocasiones veces que estaba colocando a Ángel en posiciones que no eran la mejores para él, pero sí las mejores para el equipo y esto, señoras y señores, es lo que se prioriza en un equipo, lo mejor para el conjunto.
Dicho lo anterior, cuando un entrenador tiene un plan claro y dentro de él un rol específico para un jugador, lo que suele ocurrir es que ese futbolista tiende a ser egoísta porque lógicamente acaba priorizando su propio estatus. Se rinde o se cansa, a fin de cuentas. Correa no es así. El Atlético tiene la infinita suerte de tener a un profesional como la copa de un pino en su equipo. El argentino jamás ha levantado la voz y las lágrimas de frustración las ha tenido dentro del vestuario, no fuera. Se ha comido pitos, críticas y momentos complicados como el que vivió en Sevilla frente al Betis, pero al siguiente partido ha vuelto a tirar de su fútbol. Sin miedo. Solo una vez estuvo a punto de irse del equipo rumbo a Milán y ya les digo yo que solo tuvo la intención de abandonar Madrid porque el club le puso la puerta de salida delante de sus narices.
Ángel Correa sí vale para el Atlético. Claro que vale. En todos los equipos grandes hay un Correa. A mí, si entreno un equipo grande, dame un chico como Ángel. ¿Por qué? Porque el fútbol es bastante más complejo de lo que mucha gente se piensa. No hay campeones sin obreros. Jamás hubo ningún campeón de nada a nivel grupal sin albañiles de la pelota. Y Correa es el mejor obrero del Atlético haciendo lo que él mejor sabe hacer y lo que le manda su jefe. En los tres últimos partidos, contando también el del Betis, todas las opciones del Atlético han pasado por él. Si después de lo vivido en Sevilla, Simeone, en vez de abrazarle le entierra, el 5-0 ante el Eibar y el 2-0 ante el Huesca habrían estado en serio peligro de costar una Liga. Que a nadie se le olvide que ante el Eibar los rojiblancos rozaban el ataque de pánico antes de los dos goles del argentino. Frente al Huesca, más de lo mismo antes del 1-0. Así que sigan dando golpes a Correa porque aparte de lo que puede aguantar tiene quién le defiende y cómo defender. ¿Cómo? Dando puntos. Por suerte para el Atlético manda el Cholo, no @nuncadejodecreerperopiensosiemprequevamosaperder
Por último, un par de apuntes tácticos sobre lo ocurrido frente al Huesca. Lo de Marcos Llorente sería poner un grano más de arena sobre el desierto de elogios merecidos que recibe, pero para mí lo más importante que le ha pasado al Atlético de Simeone desde hace dos semanas a nivel táctico es que, por fin, Héctor Herrera se ha consolidado como pivote junto a Koke. El mexicano, si le respetan las lesiones, será vital para que el capitán se libere de asumir todo el peso de la medular para hacer lo que mejor sabe, organizar hacia delante. Con Herrera también se está viendo a un buen Saúl. No es casualidad. Lo dicho, un pivote para equilibrarlos a todos.