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EDITORIAL

Marlaska hiela la sangre a las víctimas del terrorismo

Insultan la memoria de las víctimas y agasajan a los herederos de la ETA únicamente para que Sánchez pueda seguir instalado en La Moncloa.

El Gobierno de Sánchez sigue acercando cada semana presos etarras al País Vasco y Navarra como contrapartida al apoyo parlamentario de Bildu y el PNV, sin el cual tendría serios problemas para mantenerse en el poder. Cada viernes, el Gobierno socialcomunista insulta la memoria de las víctimas de ETA aprobando el traslado a cárceles cercanas a los asesinos más brutales del grupo terrorista. El último en gozar de este privilegio ha sido Henri Parot, sin duda uno de los criminales más sanguinarios de la banda.

Parot es responsable de más de 30 asesinatos, por los que fue condenado a 4.600 años de cárcel en 26 sentencias. Su acción más sanguinaria fue el atentado con coche bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, en la que fueron asesinadas 11 personas, cinco de ellas niños de corta edad. Su traslado a las cercanías del País Vasco como exigen los partidos herederos de ETA, es de una vileza escalofriante que agrava, todavía más, la siniestra biografía reciente de Grande Marlaska, el ministro del Interior responsable de esta infamia.

Marlaska lleva varias semanas llevando a la práctica las exigencias del brazo político de ETA, ordenando el traslado de los peores asesinos sin que hayan mostrado el menor signo de arrepentimiento o hayan colaborado a esclarecer los más de 300 asesinatos etarras pendientes de resolución. Tienen razón las asociaciones de víctimas del terrorismo al poner el grito en el cielo ante unas decisiones aberrantes que insultan la memoria de las víctimas y agasajan a los herederos de la ETA, únicamente para que Sánchez pueda seguir instalado en La Moncloa y su partido en el Gobierno de Navarra.

La madre de Joseba Pagazaurtundúa, asesinado por la banda terrorista, vaticinó que los socialistas harían cosas que nos helarían la sangre a todos los españoles de bien. Sánchez y Grande Marlaska son de esa clase de socialistas, dispuestos a arrodillarse ante los etarras y sus herederos políticos a cuenta de un criminal que debería pudrirse en la cárcel como hacen dos de sus compinches, condenados en Francia a cadena perpetua sin posibilidad de remisión. 

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