Para todas estas ocasiones, proponemos tres lugares que se salen de lo normal. Tres espacios en los que se pueden organizar almuerzos o cenas privadas. Tres ambientes selectos y exclusivos donde la tranquilidad está asegurada. En definitiva, tres propuestas con las que disfrutaremos de lo lindo y que nos harán quedar muy bien.
En pleno corazón de la Villa de Ledesma, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1975, se ubica la Casa de Padua, solar de la casa ducal de Albuquerque desde 1250. Un dicho popular afirma que "aceite y vino, bálsamo divino". Si le añadimos un entorno idílico, ya tenemos todos los requisitos para sentirnos como en el cielo.
Haciendas de España ha recuperado esta residencia ledesmina, que forma parte del legado de doña Manuela de Padua, descendiente de una familia de la región italiana del Véneto que llegó a través de Portugal a principios del siglo XVIII y arraigó durante generaciones en Ledesma, puerta de entrada al Parque Natural de los Arribes del Duero. La producción de aceite de oliva virgen y la crianza de vinos tranquilos han sido, junto con las explotaciones cerealistas y ganaderas propias de estas tierras, una parte esencial de la vida y el sustento de esta casa señorial durante generaciones.
Hoy, la Casa de Padua alberga una bodega de crianza muy peculiar (aceatia en italiano, sin correlativo exacto en español), en la que vinagres-base de la variedad de uva Pedro Ximénez envejecen durante años en cinco diferentes tipos de barricas (roble, castaño, fresno, etcétera). Aquí nace el bálsamo de Padua. Y el óleo de Padua, un aceite para no perder de vista y que recupera un ingrediente fundamental de nuestra dieta mediterránea.
Merece la pena visitar la capilla, en cuya sacristía envejece el Vino Sacro Casa de Padua, elaborado con ancestrales métodos de crianza procedentes del vecino Alto Douro, cuna de los grandes vinos de Oporto.
– Plaza de San Nicolás, s/n. Ledesma (Salamanca)
– Teléfono: 902 109 902.
Álvaro Domecq se convirtió en toda una institución del mundo taurino con El toro bravo, una de las obras de referencia en la materia. Pero también se dedicó al caballo.
Don Álvaro consagró su vida al oficio de criar bravos, consiguiendo una casta propia caracterizada por la nobleza y la alegría. Olvidó la velocidad para sorprender a los toros y se enfrentó a ellos con el pecho del caballo. De ahí que muchos afirmen que fue el creador del rejoneo moderno español.
En Los Alburejos se respira el amor por la tradición, que don Álvaro ha legado y que es similar al que un padre siente por su hijo. Es aquí donde prospera la famosa ganadería brava Torrestrella: podremos disfrutar de un espectáculo de acoso y derribo, de una exhibición de doma o de una corrida de toros, en la plaza cubierta levantada para tal fin.
Las instalaciones camperas de esta finca son el marco ideal para reuniones de empresa y almuerzos privados. Quién sabe si la paz que emana del nombre de Medina Sidonia, que significa "Ciudad de Nuestro Señor", ayuda a crear este clima tan especial.
– Autovía A-381, salida 31. Medina Sidonia (Cádiz).
– Teléfono: 956 30 43 12.
Al sur de Navarra, la bodega Otazu se encuentra amparada bajo la Sierra del Perdón y la peña de Echauri, con el río Arga de testigo. Es una zona en la que el vino se convierte en una excusa para hacer turismo, porque el sitio lo vale por sí mismo.
El Señorío de Otazu es un lugar de culto y está concebido como si de una catedral se tratara. Su riqueza arquitectónica irradia un halo espiritual difícil de olvidar. La nave de barricas, con nueve bóvedas de crucería, se ilumina gradualmente, creando el escenario perfecto para vivir un cuento de hadas. Esta sala se contempla a la perfección desde la sala de catas, donde se puede degustar los caldos que aquí se elaboran.
De las construcciones medievales originales se conservan la capilla, el palacio y la torre de defensa. Fue en el siglo XIX cuando se construyó una bodega de estilo francés; en la actualidad alberga las instalaciones para celebrar almuerzos, cenas o reuniones.
Ana Fernández, José Luis Sota y Jaime Gaztelu fueron los tres arquitectos que se encargaron de dar un toque de modernidad al Señorío. Para ello apostaron por la tradición y el respeto al impacto ambiental. De ahí que la mayoría de la bodega esté enterrada y el interior sea un espacio más bien diáfano, sólo interrumpido por pilares de hormigón que crean juegos de luces muy curiosos.
Tradición y diseño se conjugan a la perfección en esta bodega, que cuenta con tecnología puntera para la elaboración de unos vinos que comienzan a estar a la altura de este imponente y majestuoso edificio. Sin duda, el entorno ideal para dejar sin palabras a nuestros invitados.
– Señorío de Otazu, s/n. Echauri (Navarra).
– Teléfono: 948 32 92 00.