Allí, por avenidas, por plazas y suburbios,
la gente, ya sin miedo, demanda libertad.
Aquí Rajoy les vende a sus antidisturbios
la armas que reprimen la voz de la verdad.
Allí les falta leche, ya no hay papel higiénico;
hay colas quilométricas para comprar café.
Aquí Pablito Iglesias, con gesto telegénico,
defiende a los gorilas que lo untan de parné.
Allí los tupamaros, con armas del chavismo,
siguiendo estrictas órdenes, disparan sin control.
Aquí PP y PSOE (que en esto son lo mismo)
parece que protegen la pasta de Repsol.
Allí por unos dólares te quitarán la vida.
La muerte tiene el nombre de la Revolución.
Aquí la desvergüenza se llama Izquierda Unida,
palmeros de torturas, miseria y represión.
Allí Maduro insulta, silencia periodistas,
conversa con las aves, destila ordinariez.
Aquí nuestras izquierdas, sectarias y castristas,
descienden a las simas de la gilipollez.
Allí la gente pide que el mundo los aliente.
Que España los apoye con determinación.
Y en fin, venezolanos, como español corriente,
aquí tenéis mis versos. De todo corazón.