La memoria histórica es uno de los caballos de batalla de la izquierda hispana, sea en España, en Argentina o en Chile. El día 11 se cumplirá el cuadragésimo aniversario del golpe de Estado militar que derrocó al socialista Salvador Allende en este último país. El Gobierno del presidente Piñera ha organizado un acto para conmemorar el acontecimiento en el Palacio de La Moneda. La coalición de izquierdas Nueva Mayoría, organizada en torno a la democracia cristiana, los socialistas y el PC, y que parece será la vencedora en las elecciones presidenciales de noviembre, se ha negado a asistir y ha organizado otro en el Museo de la Memoria.
Como en España el PSOE de Zapatero y Rubalcaba y en Argentina el peronismo de los Kirchner, la izquierda chilena trata de conseguir una superioridad moral invocando el golpe y sus sufrimientos bajo la dictadura. En esta operación participa la democracia cristiana, que respaldó la sublevación y a la junta militar en Europa y América.
La herencia del colapso del Gobierno de Allende, del golpe militar y de la dictadura posterior sigue marcando a los chilenos. Las dos principales candidatas a la presidencia son Evelyn Matthei y Michelle Bachelet, ambas hijas de generales de la fuerza aérea; el padre de la primera apoyó el golpe, mientras que el padre de la segunda se opuso al mismo, fue detenido y murió en prisión.
La izquierda se niega a reconocer su participación en la catástrofe de 1970-1973. Andrés Pascal, secretario general del grupo terrorista MIR, que tomó partido desde 1965 por la insurrección armada y que operó en España, ha rehusado pedir perdón. La seguridad de la izquierda es tal que Bachelet, que vivió varios años asilada en Alemania Oriental, se niega a considerar a Cuba una dictadura.
La derecha se encuentra a la defensiva en este debate, que preferiría evitar. El diario El Mercurio ha recordado algunos de los éxitos económicos de estos 40 años.
El ingreso promedio de los chilenos es hoy casi 3 veces superior al de 1970-73, medido en moneda de poder adquisitivo comparable. (…) en 1973 nuestro ingreso per cápita era 57% inferior al de Venezuela, 46% al de Argentina, 44% al de México, 18% al de Perú y 16% al de Brasil. Hoy los superamos a todos. (…) en 1973 solo un tercio de los hogares tenía alcantarillado, y dos tercios agua potable. Hoy la cobertura de ambos servicios es de 96 y 99%, respectivamente.
La izquierda actual aparentemente moderada ha copiado el modelo de la extrema izquierda chavista para obtener el poder y mantenerlo: dividir a la sociedad con una postura agresiva sobre cantidad de asuntos (corrupción, construcción del pasado, antiimperialismo…). A éste le ha añadido la ideología de género triunfante en Europa. Y así ha elaborado una fórmula para animar a los suyos y amedrentar a los adversarios. La derecha política chilena, como la española, cree que con un Excel rebosante de porcentajes puede vencer en esta batalla por las almas de las personas.