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Matt Foreman, director ejecutivo de la National Gay and Lesbian Task Force, celebraba con estas palabras la derrota, en un referéndum ciudadano, de una propuesta de enmienda a la Constitución de Arizona para que se definiera el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer: "Anteponer el voto popular a los derechos básicos siempre está mal, es casi imposible que cualquier minoría se proteja cuando tal cosa sucede. Pero hoy en Arizona ha sucedido lo imposible".

Los negros y los hispanos –especialmente los primeros– son la gente más fiel, en términos políticos, de Estados Unidos. Suele predicarse –y tomarse como una verdad de las que van a misa– que los negros sólo pueden progresar mediante políticas de discriminación positiva y programas gubernamentales. ¿Será verdad? Echémosle un vistazo a la cuestión.

Pocos han sido los defensores de la libertad, y todavía menos los defensores de la economía libre y el gobierno limitado. Milton Friedman, premio Nobel de Economía en 1976, fue uno de los pocos defensores de la libertad económica, junto a su esposa, la también economista Rose Director, con quien trabajó en sus teorías y con la que estuvo casado durante 68 años.

El 16 de noviembre murió, a los 94 años de edad, uno de los grandes economistas de todos los tiempos: Milton Friedman, premio Nobel de Economía en 1976, a quien tuve el gran honor de llamar mi amigo. Hace años me autorizó a traducir y distribuir por AIPE las columnas suyas que quisiera. El mes pasado distribuimos el último de sus artículos, 'Hong Kong equivocado' [1].

El Instituto Juan de Mariana acaba de presentar un importante y exhaustivo estudio sobre los beneficios de la sociedad de propietarios, que nos permitiría ir sustituyendo progresivamente el Estado de Bienestar.