11-M

Cinco miembros de la Guardia Civil, dos de ellos de la UCO y otros tres de la Comandancia de Oviedo investigaron a Toro y Trashorras después de que el coronel Félix Hernando dijera que ya no tenía "conocimiento" de la trama de los explosivos. Este lunes, el general Laguna ha revelado una segunda nota informativa de la UCO, del 6 de marzo, que confirma que Madrid siguió trabajando con "una relación fluida" con Asturias hasta demostrar la vinculación de los confidentes con "mafias nacionales". Laguna dice que no estaba al mando de la operación. Interior ha pedido silencio a los mandos.

El portavoz de CiU en la comisión del 11-M, Jordi Jané, no daba crédito a la respuesta. Por ello repitió la pregunta al teniente coronel Rodríguez Bolinaga. "¿Por qué guardo la cinta de Lavandero en una caja fuerte y no la entregó al juez Del Olmo?" El ex jefe de la Comandancia de la Guardia Civil repitió su respuesta: "Desde mi sentido común no tenía valor policial ni judicial, aunque no le niego el valor periodístico". El mismo día, el fiscal general Conde Pumpido ha ordenado abrir diligencias por la actuación de la Guardia Civil de Asturias en la investigación de la trama de explosivos.

El coronel Luis Antonio Búrdalo de Fuentes, que asumió la Jefatura de la Guardia Civil de Asturias el 28 de septiembre de este año, declaró ante la comisión parlamentaria del 11-M que ve "alguna conducta poco ortodoxa e incluso negligente" en las actuaciones desarrolladas por los guardias que tuvieron relación con la cinta grabada en agosto de 2001 por el agente Jesús Campillo al confidente Francisco Javier Villazón Lavandera, "Lavandero".  Búrdalo también puso en duda que el agente David Robles tuviera la cinta desde 2003 y no la hubiera escuchado.

La Unión Profesional de Guardias Civiles (UPGC) se felicitó este lunes por la investigación que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha ordenado abrir en relación con la cinta grabada por un guardia civil en 2001. En la cinta se hacía mención al tráfico de explosivos por parte de los Toro y Trashorras para facilitárselos a los autores materiales del 11-M, pero pidió que el proceso se extienda al Cuerpo Nacional de Policía, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Ministerio del Interior.

Una estructura transparente en la que aparecerán muchos de los mensajes solidarios que los ciudadanos escribieron tras los atentados del 11-M recordará a las víctimas del terrorismo frente a la Estación de Atocha.

El interrogatorio de Álvaro Cuesta al general Laguna apenas se ha ceñido al 11-M. Visiblemente enojado, Cuesta ha dedicado varios reproches al popular Jaime Ignacio del Burgo –ni siquiera miraba al general– al que ha recordado el Yak-42, el Prestige y hasta Gescartera como ejemplos, a su juicio, de que el PP tiene "tiende a culpabilizar al subordinado" con "afirmaciones aviesas". Mientras, el fiscal general del Estado ha ordenado que se investigue a los mandos de la Guardia Civil de Asturias por posible ocultación de pruebas.

Desde el PP no se ha tardado en replicar la noticia de apertura de El País –"La policía descarta la participación de ETA en el 11-M tras ocho meses de investigación". Los populares siguen sin descartar "en ningún momento" la participación etarra. Mientras, El Mundo desvela que en la Comisaría General de Información de la Policía una madrileña declaró que el 5 de marzo y a las tres de la mañana la Guardia Civil la sacó de la cama para preguntarle por Trashorras y "El Chino".

Las investigaciones derivadas de la detención y procesamiento del francés musulmán, Hassan Baouchi, el pasado 15 de noviembre, miembro de una célula gala del Grupo Islamista Combatiente Marroquí (GICM) han desembocado en su relación con Mohamed "El Egipcio", uno de los cerebros de los atentados del 11-M. Baouchi organizó el robo "camuflado" de un convoy, del que era conductor, que transportaba fondos de cajeros automáticos, en el que obtuvo un millón de euros, que, en parte, pudo destinar a financiar los atentados de Madrid.