Terrorismo

El presidente del Gobierno ha hecho una nueva declaración sobre el atentado de Barajas sin novedades sobre las anteriores. Tras reunirse con las asociaciones de ecuatorianos, Zapatero ha evitado de nuevo hablar de ruptura con ETA. Sí ha dicho que "toda la Justicia caerá" sobre los autores de "un vil atentado terrorista". También ha querido mostrarse optimista al afirmar que España "vivirá sin asesinatos y sin bombas" después de asegurar que muchos de los familiares le apoyan para "avanzar hacia el fin de la violencia". La declaración de Zapatero llega el mismo día en que se ha sabido que el PSE se sigue reuniendo con Batasuna-ETA. Las explicaciones del presidente en el Congreso llegarán el lunes 15 a las 16 horas.

Abdullahi Yusuf Ahmed, el presidente de transición somalí, ha definido el ataque aéreo de EEUU al sur del país contra miembros de Al-Qaeda como "una acción correcta en un momento correcto". Según Yusuf, "los norteamericanos tenían el derecho de perpetrar el ataque aéreo sobre algunos miembros" de la organización terrorista porque quienes "perpetraron los ataques en las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania se encontraban allí". La operación militar, desarrollada durante todo el lunes, fue calificada como un éxito por las autoridades estadounidenses.

La Gendarmería francesa ha detenido en el Pirineo francés a dos etarras. Uno de ellos, según ha confirmado el Ministerio del Interior, es Asier Larrinaga Rodríguez. El otro ha sido identificado como Garikoitz Etxeberria, condenado en la Audiencia Nacional en el caso Jarrai. Los dos estarían relacionados con el zulo hallado en Amorebieta el pasado 23 de diciembre. Al ser descubierto el escondite, en su huida abandonaron cerca de 200 kilos de explosivos. Sin embargo, otros dos han conseguido escapar. Rubalcaba se refirió a los etarras con un lenguaje poco acertado y les definió como “un liberado y un legal” para diferenciar entre pistoleros a sueldo fichados o no por las Fuerzas de Seguridad.

El PP seguirá "cumpliendo con su obligación" de denunciar que "el Gobierno piensa seguir cediendo" ante ETA. Así lo ha prometido Zaplana, quien se ha mostrado convencido de que Zapatero no piensa rectificar como le exigió Rajoy en la reunión urgente en Moncloa. Sólo quiere, en su opinión, "fotos para que parezca que intenta dialogar". Ante esta estrategia, el PP va a "poner al descubierto sus contradicciones" primero en el Congreso y después con otras iniciativas, entre las que no ha descartado una moción de censura. El presidente formalizó su solicitud de comparecencia en la noche del lunes. En la sesión informativa, quizá deba responder a la noticia de que el PSE ha seguido reuniéndose con Batasuna-ETA.

Un día después del último encuentro de Zapatero con Rajoy en La Moncloa, que sólo ha servido para volver a constatar las diferencias entre ambos, El Mundo desvela que los socialistas vascos mantuvieron al menos un encuentro "al más alto nivel" con representantes de Batasuna-ETA después de que ETA asesinara a dos personas al volar el aparcamiento de la T-4 de Barajas. La cita se llevó a cabo pese a que públicamente el presidente del Gobierno dijo todo lo contrario: que suspendía las negociaciones con los terroristas. En esa reunión, los batasunos pidieron tiempo para "reencauzar el diálogo".

Nueve días después del atentado de ETA en Barajas y con las encuestas en contra no ha quedado claro cuál era el objetivo de la reunión solicitada por el presidente con el líder de la oposición. Por parte de Mariano Rajoy sólo se sabe que, una vez más, sale de La Moncloa igual que entró, sin dato alguno y con la propuesta de que su interlocutor vuelva al Pacto por la Libertades y contra el Terrorismo. También se repitió el protocolo y Rajoy rehúso hablar desde La Moncloa para hacerlo desde la sede de su partido. La parte solicitante de la reunión, representada por María Teresa Fernández De la Vega, resumió la cita en que Rajoy hace "oídos sordos" a las ofertas de diálogo del presidente por lo que será "responsable" aunque no dijo de qué.

El arzobispo de Madrid y cardenal, Antonio María Rouco Varela, ofició un funeral este lunes  por las dos víctimas del atentado de ETA en la T-4, Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, en la parroquia de San Pedro Apóstol del pueblo de Barajas. A la ceremonia asistieron la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón; la secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, y el secretario general del grupo parlamentario Popular, Jorge Fernández Díaz, el vicepresidente segundo de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, y la concejala de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Botella, todos miembros del PP. No asistió ningún ministro y el Gobierno sólo estuvo representado por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el director de Apoyo a las Víctimas, José Manuel Rodríguez Uribes. La Casa Real tampoco estuvo representada.

El líder de Batasuna ha exigido a ETA que mantenga intacto el comunicado del 22 de marzo en el que anunciaba el alto el fuego. Una petición que incluye tanto la vigencia de la tregua como los objetivos con los que se anunció: la legalización de la formación ilegal, un referéndum y el fin de la acción judicial. Otegi también plantea exigencias al Gobierno, al que reclama que "garantice las condiciones democráticas" para el diálogo. Además, ha reafirmado la propuesta de Anoeta, que propugnaba el diálogo con ETA y la mesa de partidos, con la mención a la necesidad de "la ausencia de cualquier tipo de violencia" pero sin una condena expresa al terrorismo.

El magistrado de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) Roberto Sáiz ha rechazado archivar la causa abierta contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por supuesta desobediencia al reunirse con Batasuna-ETA, y afirmó que la sentencia del Tribunal Supremo en la que no se consideró delito la reunión que mantuvieron representantes del PSE-EE con la formación ilegalizada "no es aplicable" a este caso. Sáiz asegura que existen "sustanciales diferencias entre la causa" seguida contra Ibarretxe y la que se tramitó en el TS, ya que las partes querellantes y querelladas son diferentes y los delitos imputados también.