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Carlos Pérez Gimeno

La feliz historia de la Duquesa y el funcionario

El noviazgo entre la Duquesa de Alba y Alfonso Díez deja pequeños a los culebrones sudamericanos.

Mientras que la feliz pareja continúa contra viento y marea su idílica historia de amor, los hijos de Doña Cayetana ya no saben qué hacer para que su madre desista en su empeño de casarse.

Después de esa reunión mantenida entre el funcionario y los hijos de la duquesa en el Palacio de Liria, lugar escogido al parecer para que Alfonso renunciase a una serie de derechos al casarse con su madre, las especulaciones sobre la fecha del enlace se han disparado.

En algunos medios se ha dicho que podría ser en Sevilla y se barajan las fechas. Unos dicen primavera y otros en otoño, aunque esta última es la más probable.

Por el momento a la señora duquesa, después de esta reunión, se le ha visto mucho más contenta en El Rastrillo sevillano, bromeando con la prensa y con un vestido de novia que había expuesto en uno de los stands.

Como la duquesa no para ya que goza de una salud de hierro, se acercó a dar el pésame a la familia Medinaceli por la muerte de su hijo mayor, Luís Medina, duque de Santisteban del Puerto. También lo hicieron sus sobrinos carnales Rafael y Luis Medina que junto con Laura Vecino fueron a dar el último adiós a su tío. La gran ausente, Nati Abascal.

Y volviendo al tema, ahora habrá que ver cuántas veces vemos a los hijos en buena armonía con Alfonso, por mucho que éste se empeñe en decir que comprende su postura, pero que el tiempo va poniendo a cada uno en su sitio y él está dispuesto a renunciar a todo con tal de estar con su amada. ¿Pensará que diciendo esto logrará que le acepten de verdad?

Lo cierto es que la incógnita continúa y no queda más remedio que esperar acontecimientos. Esto más que un noviazgo parece una novela por entregas, con un final que por mucho que se empeñen unos cuantos en vaticinar no se sabe, y puede haber muchas sorpresas de toda índole. Y si no, al tiempo.

En Chic

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