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Carlos Pérez Gimeno

La duquesa y su novio, juntos pero sin hijos

No hay que peder la cabeza, y en el remoto caso que esa boda se llegue a celebrar, como es lógico lo harían en uno de los muchos palacios que Doña Cayetana posee.

A pesar de los pactos, las renuncias, las conversaciones y el gritar a los cuatro vientos que lo suyo es amor y que lo demás no importa, la duquesa de Alba y Alfonso, cuando se les ve, o bien están solos, o si no como siempre, con los amigos de la aristócrata, jamás con los de él.

Hace unos días en Sevilla salieron a almorzar con sus amigos Carmen Tello y Curro Romero a un complejo hotelero, donde se celebran bodas y todo tipo de eventos. En ese mismo instante los rumores se dispararon, y hubo quien dijo con muy poco criterio que habían ido para ver si el sitio era adecuado para celebrar allí el banquete de su boda.

Como es lógico, los protagonistas no dijeron nada cuando fueron preguntados por quienes les hacían el seguimiento tanto a la entrada como a la salida.

Y yo me pregunto: ¿en qué cabeza cabe pensar que una de las personas más importantes de este país, la que más palacios tiene y más fincas, vaya a celebrar su boda a un sitio como ese?

Que la prensa esté pendiente de la pareja de enamorados es comprensible, pero de ahí, que por el mero hecho de salir a comer con amigos ya tenga que ser el lugar elegido para la celebración hay una gran diferencia.

No hay que peder la cabeza, y en el remoto caso que esa boda se llegue a celebrar, como es lógico lo harían en uno de los muchos palacios que Doña Cayetana posee. Y no hay que olvidar que por el momento esa boda está abortada.

Eso no quita para que un día nos podamos llevar la sorpresa, y despertarnos con el notición de que el funcionario se haya salido con la suya y hubieran pasado por la vicaría y a consecuencia de eso alguno de sus hijos estuviera en la UCI con un soponcio.

De momento todo apunta a que a corto plazo ese hecho no se va a producir, y por mucho que digan que la relación entre Alfonso y los hijos de la duquesa ha mejorado, la realidad es muy diferente. El haber accedido a hablar con él no significa que le hayan aceptado. La Semana Santa ya está a la vuelta de la esquina y sólo hay que esperar a ver en cuántas ocasiones veremos a toda familia reunida viendo las procesiones en Sevilla, con el novio de mamá incluido.

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