Sebastián Palomo Linares acaba de presentar su última colección de pintura en Madrid. Tiene un aspecto inmejorable pues no hay que olvidar que el diestro sufrió el último infarto el pasado 4 de septiembre. Casi le costó la vida, si no es gracias a su hijo Miguel, que fue quien le llevó a una clínica a urgencias y le pudieron coger a tiempo.
Estuvo rodeado de amigos y familiares. Su hermano estuvo muy pendiente en todo momento, igual que su hijo Miguel y su nuera Marta, con la que mantiene una magnífica relación.
Al maestro se le pudo ver feliz, relajado, y muy sonriente, aunque no quiso hacer ningún comentario acerca de su divorcio de Marina Danko. Por lo visto la situación es mucho más complicada de lo que parece, pero el diestro no quiere habar y le ha molestado mucho que la que todavía es su mujer lo haya hecho, y encima a golpe de talón en la revista Hola.
Hablar con Marina es imposible porque no coge el teléfono y es mucho más rentable hacerlo mediante exclusiva. Para sentenciar un juicio hay que oír a las dos partes y la de Palomo tiene que ser muy jugosa, pero de momento no parece que esté muy por la labor de despegar la boca.
Lo que no se puede negar es que desde que han tomado la decisión de separarse su aspecto ha mejorado notablemente. Con toda seguridad debe estar tomando fuerzas porque va a necesitarlas, ya que ese divorcio tiene toda la pinta de que va a ser muy complicado.
Casi cuatro décadas casados, tres hijos en común y, para que no falte de nada, problemas económicos. Una situación complicada a pesar de las buenas caras, pero la procesión va por dentro.