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Carlos Pérez Gimeno

La entereza de Isabel Preysler

A la hora prevista llegó Isabel Preysler, acompañada por sus hijas Ana, la que tuvo con Boyer, y Tamara, vestidas de riguroso luto y con gafas negras.

El tanatorio de San Isidro de Madrid fue un auténtico hervidero durante la tarde de ayer, por la cantidad de gente que acudió para apoyar a la familia de Miguel Boyer, y dar su último adiós al que fuera ministro de Economía y Hacienda, en la etapa de Felipe González, que fue uno de los grandes ausentes.

Como se anunció, a las cinco de la tarde se abrió la Capilla Ardiente y, antes de la hora prevista, José María Aznar fue el primero que se presentó para mostrar sus condolencias a la familia. Pero se encontró con la sorpresa de que la sala estaba cerrada y que la familia Boyer todavía no había llegado. Como todavía quedaban casi dos horas para que estos asistieran, optó por marcharse.

A la hora prevista llegó su viuda, Isabel Preysler, acompañada por sus hijas Ana, la que tuvo con Boyer, y Tamara, vestidas de riguroso luto y con gafas negras. Quien también acudió fue la madre de Isabel que, pese a su avanzada edad, su aspecto es inmejorable. Da la casualidad que mañana se cumple el aniversario del fallecimiento de Beatriz, la hermana de Isabel, que fue víctima de un cáncer y que acudió también al mismo tanatorio.

Uno de los primeros en llegar fue Cayetano Rivera que apareció en moto, pese a llevar una muleta. Carlos Solchaga, compañero de partido de Boyer, también quiso dar el último adiós a su amigo. "Una gran pérdida. Afortunadamente no ha sufrido nada" declaró. Enrique Múgica, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, Eduardo Serra, Enrique Barón también se acercaron para dar la despedida definitiva.

Como anécdota, cuando salió Gaspar Llamazares le preguntamos cómo estaba Isabel y su respuesta fue tajante: "No conozco de nada a esa señora, no he venido aquí por la muerte de Miguel Boyer".

Esperanza Aguirre, Rodrigo Rato y el ministro De Guindos quisieron mostrar su cariño a la familia, al igual que Mario Vargas Llosa. "Le recordaremos siempre por los servicios que prestó a España", esas fueron las palabras. Así como Petra Mateos, la persona que fue su mano derecha en la época de ministro, estaba realmente afectada: "Siento una gran tristeza. Se ha ido el hombre que tuvo verdadero empeño por sacar este país a delante. Fue una gran persona".

Isabel estuvo arropada en todo momento, además de por su familia, también por sus amigas Nieves Álvarez, Nuria González -que llegó acompañada de su marido Fernando Fernández Tapias-, Miriam y Cari Lapique. "Isabel está muy entera, al igual que Tamara, la peor es la pobre Ana, lo está pasando muy mal" comentaron. Quien no podía faltar fue el padre Ángel, gran amigo de la familia. "He venido a rezarle, he hablado con sus hijas y están tranquilas" declaró a la salida.

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