El crumble de manzana o apple crumble es un postre de origen inglés que combina la textura crujiente de la superficie con el tierno interior de manzana y canela. También sorprende el contraste de temperaturas, al servirlo caliente acompañado de helado. Aunque el más conocido es el crumble de manzana o apple crumble, también se puede preparar con otras frutas como fresas, frutos rojos, melocotón...
El origen del crumble es humilde, ya que se creó debido al racionamiento que había en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, actualmente es un postre muy común en la cocina anglosajona, especialmente durante el otoño, la mejor temporada de manzanas. Existe un postre muy similar en la cocina estadounidense llamado crujiente de manzana.
En Libertad Digital no queremos ser menos y nos unimos a la preparación de este delicioso postre que es perfecto para poner el punto y final a una comida familiar o con amigos. No olvides coger papel y bolígrafo para tomar nota de la receta.
Ingredientes:
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una manzana roja
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un plátano
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150gr de harina de avena
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40gr de pasta de dátiles
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50gr de crema de cacahuete
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dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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una cucharadita de canela en polvo
Preparación:
Lo primero que hacemos es, en un bol, mezclamos la harina de avena, el aceite, la crema de cacahuete y la pasta de dátiles. Lo mejor es mezclar con las manos hasta conseguir una masa arenosa. También ponemos a precalentar el horno a 200ºC.
A continuación, en el molde escogido para el horneado, ponemos un poco de masa para hacer la base de nuestro crumble y apretamos hasta que se quede pegado. Guardamos masa para ponerla por encima.
Ahora horneamos la base durante 15 minutos. Tiempo que aprovecharemos para hacer el relleno del crumble.
¿Cómo hacemos el relleno? Lo primero es pelar la manzana y cortarla en cuadrados muy pequeños, luego machacamos el plátano y mezclamos las dos frutas, echamos un poco de canela por encima y volvemos a remover.
El siguiente paso es sacar la base del horno y poner el relleno, luego ponemos más masa por encima para tapar el crumble y volvemos a meterlo al horno durante 15 minutos más. El tiempo puede ser relativo porque igual antes ya tenemos el crumble dorado por arriba y será momento de sacarlo.
Simplemente nos queda sacarlo del horno y dejarlo enfriar y a disfrutar. Como decoración podemos ponerle más fruta por encima o una bola de helado de vainilla, quedará delicioso.