Las natillas caseras son el postre perfecto para los amantes de la leche y los productos lácteos. Este es uno de los postres más tradicionales y populares de España, que elaboraban nuestras abuelas con ingredientes que normalmente tenemos en casa. La receta de natillas básica, la de la abuela, se hace con huevos, leche y azúcar, aunque adicionalmente puede llevar canela y/o limón. Con el paso de los años, la lista de ingredientes de las natillas caseras ha ido aumentando para dar lugar a distintas versiones, como las que incluyen chocolate o galleta María.
La elaboración es muy básica y se puede adaptar al gusto de cada uno, pues como todas las recetas tradicionales en cada casa se preparan con un toque diferente. Con más azúcar, prescindiendo de la canela o de la vainilla, más o menos espesas... Si nunca habéis hecho natillas lo mejor es probar una receta base y probar modificaciones propias de ahí en adelante.
Además, las natillas caseras son un postre o merienda muy sano y nutritivo del que no debemos privar a nuestros pequeños, hechas a base de leche pueden suplir una parte de la cantidad de leche que deben tomar al día, y huevo que es uno de los 10 superalimentos que debemos incluir en la dieta de nuestros peques. Por ello, en Libertad Digital nos ponemos manos a la obra y, además, hacemos las natillas caseras pero sin azúcar con lo que serán todavía más saludables para los peques de la casa.
Las natillas son muy fáciles de preparar y quedan con una textura cremosa y suave. Además, se trata de un postre que puede prepararse de un día para otro, ya que de hecho quedan más buenas al día siguiente. Una vez hechas, pueden aguantar en el frigorífico unos 3-4 días. No olvides coger papel y bolígrafo para no perderte detalle de esta receta.
Ingredientes:
- 500ml de bebida de avena
- cuatro yemas de huevo (100gr)
- dos cucharadas de pasta de dátil
- una cucharada de harina fina de maíz
- 15gr de copos de maíz
- una cucharada de canela
- 2gr de aroma de vainilla
- un limón
- una rama de canela
Preparación:
Lo primero que hacemos es poner la bebida de avena junto con la rama de canela, corteza de un limón, unas gotitas de aroma de vainilla y la pasta de dátiles a fuego medio y lo dejamos hasta que rompa a hervir. Cuando rompa a hervir retiramos del fuego.
Ahora dejamos enfriar hasta que quede tibio.
Mientras tanto, ponemos las yemas de huevo en un bol y las mezclamos bien con una cucharada y cuarto de maicena. Debemos mezclar bien hasta que no queden grumos y esté cremoso.
Cuando el primer líquido lo tenemos ya tibio retiramos la corteza de limón y la rama de canela. Ahora mezclamos con las yemas y la maicena y removemos bien. Una vez todo mezclado lo volvemos a poner al fuego medio hasta que hierva.
Pasados 3 minutos desde que rompe a hervir lo retiramos del fuego y removemos. 5 minutos después podemos emplatar porque tendremos nuestras natillas listas. Les añadimos un poco de canela por encima y, cuando enfríen, las metemos a la nevera para que cojan textura.
A la hora de disfrutar simplemente hay que sacar de la nevera y listo, podemos decorarlas también con una galleta, con azúcares, casera o 0% o unos copos de maíz o nada. Simplemente queda disfrutar.