La pasta, uno de los alimentos más versátiles que existe, se puede mezclar con carne, pescado, tofu, verduras... da igual lo que le pongas que siempre quedará rica. Pero, como siempre, hay gente a la que no le gustan determinados alimentos, por ejemplo, el pescado o las verduras, por ello una buena manera de comer de todo es mezclarlo con aquellos que sí. En esta ocasión tiene un toque especial porque la pasta que traemos hoy en Libertad Digital no es la tradicional sino que está hecha de lentejas.
¿Por qué hemos escogido las lentejas? Porque, para empezar, son símbolo de una dieta saludable, equilibrada y nutritiva. Aunque es cierto que son originarias del suroeste asiático, pero fueron pronto acogidas en las cocinas de los griegos y romanos.
Las lentejas destacan por su alto valor energético al tiempo que son un alimento rico en proteínas. Asimismo, son fuente de hidratos de carbono mientras que el contenido en grasas es casi inexistente, por lo que se trata de un alimento idóneo para quienes realizan una alta actividad física, como los deportistas.
En LD hemos ideado una manera diferente de comer lentejas, además esta receta es apta para vegetarianos y veganos ya que no lleva carne ni derivados de los animales. Coge papel y bolígrafo para no perderte detalle de esta receta tan sencilla y rica.
Ingredientes:
- 100gr de mix de setas
- 80gr de pasta de lenteja roja
- medio calabacín
- media cebolla
- una cucharada de aceite de oliva virgen extra
- dos cucharaditas de levadura nutricional
- una cucharadita de aceite de oliva a la trufa negra
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es lavar y cortar en daditos el calabacín, las setas a trozos pequeños y picar la cebolla. Todo esto lo ponemos a saltear en una sartén con aceite de oliva hasta conseguir el punto deseado.
Mientras tanto ponemos en una olla a cocer la pasta. El tiempo lo marcará cada fabricante pero suelen ser unos 10 minutos.
Cuando tenemos la pasta lista la añadimos a la sartén con las verduras y removemos bien a fuego medio-bajo para que se integre todo. Luego sacamos y, a la hora de servir, le podemos echar un chorrito de aceite de oliva a la trufa y un poco de levadura nutricional. Esto le dará el toque perfecto.