
Bar Carallo, calle de Serrano, 45, recupera el espíritu de los furanchos gallegos y te sigue dando la bienvenida con la típica hospitalidad de los habitantes de esta parte del noroeste de España. En esta taberna prima la cocina casera pero reinterpretada a los gustos actuales y huyendo de los encorsetamientos.
De la mano del reputado chef Julio Miralles y con la dirección de Kike Sierra, artífice del proyecto Galerías Serrano en el que también se encuentra el restaurante Nômada del que ya he hablado en Libertad Digital, define esta taberna actual como un espacio en el que disfrutar de buenos platos y "encontrar nuestra cultura".
Cocina gallega honesta
Como decía, la oferta gastronómica es de cocina tradicional gallega con una versión actualizada en la que se encuentran los grandes tesoros de Galicia como el pulpo a feira con cachelos. En esta época de frío te reciben con un riquísimo caldito que te ayuda a entrar en calor y abrir el estómago para disfrutar de este "canto a Galicia", como diría Julio Iglesias.
Muy buenas las croquetas de zorza (10,5€ 3 unidades) y las croquetas de mejillón tigre (10,5€ 3 unidades). Para mi gusto mejores las primeras que las segundas. Y aunque estemos en una taberna gallega no se olvidan de que te encuentras en la milla de oro de la capital por lo que han reinventado el tradicional bocata de calamares con un muy logrado mollete de calamar de potera, ralladura de limón y salsa chili-mayo (12,5€).
Para el diseño de Bar Carallo, ubicado en uno de los pocos edificios de estilo brutalista –movimiento de origen inglés que tuvo su auge entre los años cincuenta y los setenta del pasado siglo y que se caracterizó por el uso de hormigón— que pueden encontrarse en la capital han confiado en Parolio Estudio. Además de varios ambientes en los que resalta una cocina vista, dispone de un comedor con mucha luminosidad y una amplia terraza, que está preparada para disfrutarse durante todo el año, incluso en los meses más fríos, gracias a sus estufas. En su equipo cuenta con Joaquín Laosa, su director de hostelería —con experiencia en Dani García o Amazónico—, y Javichu Manzano, su jefe de compras, junto a quienes ha conseguido posicionarlo en la siempre vibrante calle Serrano.
Ambientado en los furanchos
En Bar Carallo te encuentras como en casa gracias a su hospitalidad, donde te ofrecen lo mejor que tienen. Y decimos que te sientes como en casa porque antiguamente los furanchos eran una casa particular en la que el propietario vendía el excedente de vino de sus cosechas, normalmente en los bajos de su vivienda o en su garaje y los que por allí pasaban llevaban alguna tapa casera para acompañar.
Y más propias de la costa son las cigalitas marinadas en AOVE y jugo de limón (24€), tan sutiles y deliciosas que recuerdan en cada bocado a un tartar no crudo, pero sí poco cocinado, de este espectacular marisco. Y no podía faltar la archifamosa tortilla de patata estilo Betanzos (13,5€), tan rica que si cierras los ojos estás en la localidad que la da nombre y sólo apta para el que le guste el huevo poco cuajado.
En su cocina de horario ininterrumpido también hay hueco para platos más preparados como un bastante bueno bacalao con grelos y orechiette (19,5€), perfecto para terminar aunque también puedes acabar con una buena carne. Y en la parte dulce, una muy buena tarta de queso cremosa (8€).
"As meigas, habelas, hainas"
Además, en su carta líquida puedes pedir la sangría de carallo con vino blanco albariño, licor de saúco, zumo de naranja natural, lemon grass y hierbabuena. Una elaboración con la que invocarán a las meigas y que ha sido realizada por el bartender César García Fernández, finalista de la World Class 2022. Se completa con otras alusiones directas a su origen, como la cerveza de bodega de Estrella Galicia y una carta de vinos que incluye blancos, rosados, generosos, semidulces, moscato y tintos.
Bar Carallo es el sitio perfecto para olvidar la morriña para los autóctonos de Galicia o para disfrutar de las bondades de aquella tierra para los que viven o pasan por Madrid. Una taberna gallega informal que va a ser reformada próximamente, con estilo casual marcado por el tapeo e ideal para compartir con un ticket medio de 45€ por persona.
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