
Fijo es uno de esos restaurantes que están pensados para disfrutar de una carta amplia y en constante variación, con un concepto de pequeñas raciones, casi tapas, perfectas para compartir y probar varias de sus elaboraciones en cada visita, porque si lo pruebas, vuelves, como ha sido nuestro caso como ya os conté en Libertad Digital.
La aventura personal de Francisco José Abajo Abril, José, que decidió dejar su exitosa carrera de procurador para crear este restaurante ya ha cumplido un año y que sigue en su empeño de renovarse y buscar platos que conquisten a su público fiel y a los nuevos comensales que se dejen caer por el número 113 de la madrileña calle de la Infanta Mercedes, muy próxima a plaza de Castilla y a los juzgados que tanto visitó José. Por eso no es de extrañar que te encuentres jueces y abogados, eso sí, sin togas.
Junto al chef peruano, Fidel Meza López, han pensado en una cocina con influencias españolas, peruanas e internacionales que te va a gustar. En esta ocasión comenzamos con un aperitivo de una rica crema de calabaza para dar cuenta de dos extraordinarias bombas de huevo de Senén de trufa y panceta (6,80€), para mí más rica la de panceta, pero las dos son buenos snacks que explotan en la boca llenándola de todo su sabor. Buenísimas están las croquetas de torrezno (4,50€ / 2 unidades), cremosas y con un toque picante que me encanta.
El buen producto que manejan en Fijo y esa fusión mediterránea-peruana lo vemos reflejado en el fantástico tiradito de vieiras al estilo peruano (7,50€) y en la concha de vieiras flambeadas (8,90€).
Pasión por el vino
La pasión de José por el vino se aprecia nada más entrar en Fijo, su decoración, obra del interiorista Jaime Sesé es sobria y sus paredes están decoradas con varias de las múltiples referencias que pueblan su carta líquida, de la que probamos un buenísimo vino tinto ecológico É de Pago Finca Élez, de variedades cencibel, syrah y merlot.
Además, todos las tardes de los martes o miércoles, en función de las bodegas que participen, se celebran catas. También se celebran eventos para singles, una ocasión perfecta para conocer gente y hacer amigos. Desde este 15 de marzo también puedes disfrutar de su terraza en plena calle.
Y entre trago y trago degustamos unos muy buenos garbanzos con langostinos (7,50€) y unos maravillosos spaghettis picantes con gambones al ajillo (7,50€). Sin embargo, el arroz chaufa con zamburiñas, pulpo y gambones (12€), a pesar de tener buen producto se queda algo corto de sabor. Lo que lo compensan con un muy buen tacu tacu de solomillo saltado (12€), un plato típico de la cocina criolla. Para terminar, disfrutamos con un muy buen tisamisú casero (6€).
El restaurante Fijo –abierto de martes a domingo al mediodía– es el lugar idóneo para compartir mesa con amigos, familia o para hacer una parada en medio de la jornada laboral, con un ticket medio 30€. Y no te olvides de las catas de vinos para las tardes de los martes o miércoles y de los eventos para singles. Además, tienes la opción del menú ejecutivo por 18€ + IVA, el menú peruano largo por 35€ –bebidas no incluidas– y el menú peruano corto por 25€ –bebidas no incluidas–.
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