Si durante una fiesta o una celebración familiar se consumen más de 4 o 5 copas de alcohol, la resaca por intoxicación etílica está casi asegurada. Evitar el consumo es la mejor recomendación, pero en fechas de comidas y cenas familiares y con amigos es sabido que la ingesta va a ser superior a lo habitual. Por ello, cuando se presenta la temida resaca es conveniente seguir una serie de pautas para superarla lo antes posible.
¿Por qué aparece la resaca? La conocida como resaca aparece después de un abuso puntual en el consumo de alcohol. Aunque puede variar en función de distintos factores y del organismo de cada persona, a partir de cuatro o cinco copas de cualquier bebida alcohólica ingeridas en un plazo de unas dos horas, que es lo que suele durar una comida o cena especial, la aparición de la resaca al día siguiente está asegurada.
La resaca aparece porque en la metabolización del alcohol se producen una serie de productos tóxicos para el organismo. Esa toxicidad va a variar en función de la capacidad metabólica de cada persona y esta capacidad está relacionada con la producción de una enzima, en concreto, la alcohol deshidrogenasa, que participa en el metabolismo del alcohol, ayudando a la rotura de su molécula y favoreciendo su eliminación.
Las mujeres producen en general la mitad de esta enzima que los hombres, característica biológica que explica en gran medida por qué la población femenina tolera peor el alcohol que la masculina.
Cómo se manifiesta la resaca
En la metabolización del alcohol se produce acetaldehído, que es un metabolito tóxico y cancerígeno, cuando se consume alcohol de forma diaria o habitual y es el principal causante de la resaca, con efectos en tres esferas: general, digestiva y neuronal. Los efectos de la resaca a nivel digestivo incluyen:
- Gastritis
- Ardor de estómago
- Náuseas
- Vómitos
- Reflujo
En el plano neuronal aparecen:
- Cefalea
- Mareos
- Inestabilidad
A nivel general se manifiesta con:
- Deshidratación
- Hipoglucemia
- Cansancio
- Debilidad
La toxicidad neuronal es, en general, la más peligrosa, cuando se van sumando resacas a lo largo de la vida, ya que el individuo puede desarrollar más irritabilidad neuronal y más predisposición a ansiedad y estrés, entre otras consecuencias.
El consumo de alcohol conlleva el pago de un peaje, inmediato en forma de resaca, si el consumo es intensivo por atracón, y diferido en el tiempo, si el consumo es prolongado, dado que se relaciona con hasta 200 enfermedades diferentes.
Recomendaciones a la hora de consumir alcohol
- Beber lentamente las bebidas alcohólicas y con el estómago lleno. Si usted es una persona pequeña, los efectos del consumo de alcohol son mayores en usted que en una persona de contextura más grande.
- Beber las bebidas alcohólicas con moderación. Las mujeres no deben consumir más de un trago por día y los hombres no más de dos. Un trago se define como la cantidad correspondiente a una cerveza de 360 ml con aproximadamente 5% de alcohol, 150 ml de vino, con aproximadamente 12% de alcohol o 45 ml de licor de 80 grados.
- Tomar un vaso de agua entre los tragos que contengan alcohol. Esto ayudará a consumir menos alcohol y disminuirá la deshidratación a raíz del consumo de esta sustancia.
- Evitar por completo el alcohol para prevenir las resacas.
Pautas para superar la resaca
Si la resaca ha sido inevitable, las recomendaciones clave para superarla en el menor tiempo posible serían:
- Beber agua
- Tomar bebidas isotónicas
- Descansar bien
- Tomar alimentos con vitamina C
- Tomar un extra de vitamina B12
- Evita la comida rápida
- Hacer deporte pero con moderación
- Tomar una ducha
- Dejar el café para otro día
- Si no hay otra, tomar un analgésico
Otras recomendaciones, aunque éstas más en el plano especulativo, dado que se debate sobre su efectividad, para acelerar la recuperación de la resaca serían ingerir:
- Zumos depurativos
- Agua con limón
- Tortilla francesa por ser el huevo un alimento rico en cisteína, un aminoácido antioxidante que disminuye la influencia de los radicales libres y favorece la digestión del alcohol
- Ginseng rojo
- Diente de león