
En mayor o menor medida todo el mundo conoce o ha escuchado alguna vez la historia de Jack El Destripador. Este asesino, autor de una matanza considerable en pleno Londres victoriano durante 1888, tiene sobre él una leyenda negra que crece y crece con el paso de los años. Sobre todo porque se salió con la suya. No pudieron averiguar quién era y por lo tanto nunca fue detenido. Eso hace que a día de hoy se siga hablando de quién era Jack El Destripador como un misterio que aumenta su icónica imagen.
Sobre Jack se han dicho muchas cosas, incluyendo una película fallida de 2001 que protagonizaba Johnny Depp y que poco tenía que ver con lo que se contaba en la obra en la que se basaba. Todo venía del cómic From Hell, guionizado por Alan Moore y dibujado por Eddie Campbell. Una obra en la que, entre otras cosas y al contrario de lo que pasaba en la película, conocíamos la identidad de Jack desde el principio.

Enseguida voy con más detalles y diferencias, pero antes vamos con el apartado técnico de esta nueva edición del cómic que viene de la mano de la dueña de sus derechos, Planeta: guion de Alan Moore , dibujo de Eddie Campbell, cartoné tapa dura, blanco y negro, editorial Planeta, 592 páginas y un precio de 40 euros.
Vamos con la reseña
Violencia explícita que retrata de la mejor manera al Londres victoriano
Habitualmente cuando se realiza una obra de un personaje como Jack El Destripador lo que se suele hacer es ocultar la identidad de la persona que podría ser el asesino. Eso pasó con la película Desde el Infierno. En el guion se cogieron muchas cosas del cómic que tenía el mismo nombre, From Hell, sin embargo el punto álgido del film llegaba cuando se desvelaba la identidad de Jack. En el cómic ocurre todo lo contrario ya que Alan Moore no intenta contar un misterio alrededor de Jack sino que describe a la sociedad victoriana de Londres a través de los asesinatos del Destripador.

Moore te cuenta quién es el asesino nada más comenzar su obra. De hecho es a través del punto de vista de este médico de la realeza, William Gull, por el que lector navega por los hechos acontecidos en Whitechapel. Acompañaremos a Gull, sin censura, en todos sus asesinatos. Estaremos ‘presentes’ en el descuartizamiento de las cinco prostitutas que en su día asesinó Jack y todo ello lo haremos con una visceralidad y una contundencia que, sobre todo en el último crimen, son complicadas de seguir mirando. Es aterradora la forma de Moore de no dejar ningún detalle a la imaginación. Ni en lo sexual ni en lo violento. Eso hace que por un lado no se esconda ni censure la brutalidad que realmente tuvo lugar con el Destripador, algo que se necesita para entender el alcance de los crímenes, pero que es muy difícil de encajar para una mente que no puede concebir tal brutalidad. Con Moore, el guion va al hueso y por eso esta obra es siempre recomendada para un público adulto.
Moore nos presenta a Gull y lo coloca dentro de una teoría, que mucha gente tiene, historiadores incluidos, que mete de lleno a la realeza inglesa en el caso. Para Moore, Jack El Destripador fue un ‘soldado’ al servicio de un cometido y ese no era otro que tapar el nacimiento de un hijo secreto por parte del nieto de la Reina Victoria, el príncipe Albert Víctor, más conocido como Eddie. Y ustedes me dirán: "¡Pero no me digas de qué va la trama, quién es el asesino y por qué lo hace!". El tema es que From Hell te revela eso en las primeras páginas porque lo que hace Moore aquí va más allá de Jack. Esto es un análisis pormenorizado de la sociedad victoriana a través de personajes principales y secundarios que sirven para retratar a dicha época. Todos ellos, independientemente de su estatus social, con una oscuridad y una suciedad a su alrededor que es descorazonadora. Desde el propio asesino, pasando por el detective Abberline, sobre todo con las prostitutas y sin olvidarse del poder y la realeza. Cada conversación es un matiz más en la personalidad de los personajes y aunque se haga lento y cargado alguna vez, el guion no hace nada innecesario.

La obra es una genialidad. Dura, violenta, sexual y por momentos de lento digerir, pero una obra de arte. Además es exigente. No le recomendaría este cómic, tanto por guion como por el dibujo feísta de Campbell, a un lector novato. Este From Hell está repleto de texto, con mucha filosofía y teología de por medio, y sobre todo con un ritmo lento y medido que exige mucho al lector. No es, ni mucho menos, una obra amena. Ojo, para mí no es aburrida. Lenta y medida no es sinónimo de aburrida. He devorado varias veces este cómic y voy volando de viñeta en viñeta. Lo que ocurre, lógicamente, es que leerlo todo y dedicar su tiempo a asimilarlo ralentiza la lectura.
Volviendo al dibujo quiero hacer un matiz. La estética en blanco y negro y el arte de Eddie Campbell son perfectos para la oscuridad y suciedad que quiere Moore en su obra. Esos rayajos, por ejemplo, no están puestos porque sí. Tienen un motivo. Una razón de ser. Y por supuesto son una manera de evocar soledad, terror u oscuridad. Mucha gente dice que es feo y que a primera vista puede crear rechazo. No estoy de acuerdo. Si te fijas bien en los detalles, el trabajo de Campbell es precioso. Un estilo feísta, como se suele decir, no es de por sí feo como tal. Y más en el caso de que tenga un cometido descriptivo y narrativo. Eso sí, como pasa con otros aspectos de la obra, son para un lector cuyo bagaje en los cómics es alto.
Os dejo varios ejemplos:


Conclusión: cuando sea el momento, pero tenéis que leer From Hell, porque es una experiencia a vivir como lector. Para mí, si no la primera, un Top 3 de Alan Moore como guionista. Es una obra que te deja tocado durante y después de su lectura. Algo que recomendaría al lector de cómics habitual y también a aquellas personas que quieran probar este mundo llegando desde la literatura. Exigente, no aburrida. Si gustan, disfruten de la lectura.