Segunda jornada de la Copa Masters, primera en el grupo A – Novak Djokovic, Andy Murray, David Ferrer y Tomas Berdych – y los dos tenistas hacían su aparición en el O2 Arena. Esta es la primera vez que Ferrer consigue derrotar a Murray sobre superficie dura. Esta temporada, el de Jávea había caído derrotado en las tres ocasiones en las que se había cruzado con el actual número tres del mundo.
La regularidad y la gran agresividad mostrada por el español durante todo el partido le ha servido para imponerse a un Andy Murray discontinuo, triste, sin gancho y con algún que otro problema físico, del que tuvo que ser atendido. El español se presenta, una temporada más, en un torneo que reúne a los ocho mejores jugadores del mundo y en el que Ferrer fue finalista en 2007, frente al suizo Roger Federer, cuando el Masters se jugaba en Shanghái.
Por su parte, Andy Murray, el ídolo local, ha alcanzado las semifinales de la Copa de Maestros en dos ocasiones, – 2008 y 2010 – cuando Rafael Nadal y Nikolay Davydenko se interpusieron en su camino hacia el título. Esta situación, la de ser favorito para un torneo y no ganarlo, suele sucederle bastante en las grandes citas.
Unas 15.000 localidades se volvieron a llenar para ver la primera cita de Murray en el Masters, un evento que ha congregado a figuras del deporte entre el público como, por ejemplo, Juan Mata, jugador del Chelsea, que el pasado domingo sufrió una dolorosa derrota ante el Liverpool en Stamford Bridge.
Los espectadores británicos, entregados al tenista escocés, vieron cómo Murray comenzaba el choque impreciso con sus primeros servicios, lo que hizo que Ferrer se confiara y se viera sorprendido por la ruptura de su saque en el tercer juego. El español no tardó en reactivarse, devolvió el golpe en el siguiente intercambio y solucionó con rapidez el quinto juego, ofreciendo la primera muestra de autoridad frente al escocés, que continuaba cometiendo errores de bulto en el servicio para, acto seguido, sacarse de la manga golpes brillantes. Tras desaprovechar una primera bola de break y de set, Ferrer se anotó el primer parcial tras una lucha equilibrada de casi una hora (6-4).
La segunda manga comenzó igual que la primera. Cuesta arriba para el español, con Murray situándose dos juegos a cero. Pero, en pocos minutos, y cuando nadie lo esperaba, Ferrer se mostró más preciso que nunca ante la adversidad y equilibró el parcial dejando a su rival en blanco cuando el escocés tenía la iniciativa.
El español tuvo en sus manos una segunda ruptura que habría decantado el partido a su favor pero dejó escapar la oportunidad. La recta final del segundo parcial fue tan igualada como la de del primero y, tras varios minutos de tensión, el español acertó su primera bola de partido cuando el set estaba al filo de decidirse en el tie-break.