Y podríamos decir con V de valientes y con P de pioneras. Marta García, única representante española de las Women Series y una de las pilotos más importantes del karting europeo y español; Ana Carrasco, primera mujer campeona del Mundo en una categoría de la FIM, Supersport 300; Sara García, primera mujer en correr en moto un Dakar sin asistencia y campeona del Mundo de Bajas; y Tatiana Calderón, única mujer en la Fórmula 2, antesala de la F1. Cuatro pilotos que han llegado a lo más alto del mundo del motor luchando codo con codo con hombres, sin diferencias en el trato, al menos positivas, y con muchos techos de cristal rotos por el camino y otros tantos por romper en el futuro.

Con todas ellas pudimos hablar gracias a un desayuno organizado por Europa Press y el Consejo Superior de Deportes (CSD). Durante su charla ninguna de ellas pidió una discriminación positiva, sólo tener las mismas oportunidades. Y tener las mismas oportunidades significa entender y respetar, como explicaba la colombiana Tatiana Calderón, que las mujeres, como en muchos otros aspectos de la vida tienen otra forma de entender una trazada, un circuito o una puesta a punto y que debe ser acogida desde dentro de los equipos con la normalidad con que una escudería piensa en su piloto para crear un chasis, o personaliza una moto a imagen y semejanza de su piloto ganador. "Es convertir en normal algo que hoy en día se ve como extraño o poco habitual", como decía Ana Carrasco quien prefiere hablar de pilotos, de velocidad, de motociclismo en estado puro en lugar de anclarse en debates de género, de cuotas o de discriminación positiva. La campeona del Mundo de Supersport 300 está convencida de que la clave es "animar a otras niñas a que elijan este deporte", permitiendo mantener el legado que ellas han conseguido en los últimos años, creando escuela.

Desde hace unos años el deporte femenino ha tomado un mayor impulso tanto en resultados como en repercusión mediática. Mujeres como Carolina Marín, Laia Sanz, Mireia Belmonte, la selección española de fútbol, y tantas otras han contribuido entre otros ha engrosar el medallero olímpico en mayor medida que los hombres. Todo ello son señales y evidencias de que las mujeres en particular y el deporte español en general crece, madura y se expande a toda la sociedad.

Pero en el mundo del motor, donde la máquina juega un papel vital en las aspiraciones de los deportistas, las mujeres pueden, a diferencia de otros deportes, batirse casi en las mismas condiciones que los hombres. La piloto Sara García, sabe que ni siquiera la gran Laia Sanz puede aspirar a ganar el Dakar, de momento, y Tatiana Calderón asegura que son conscientes de que las mujeres cuentan, al menos con un 30 por ciento menos de masa muscular que los hombres y que si se quiere aspirar a ganar se tiene que compensar con el doble de entrenamiento y trabajo. La piloto de las WomenSeries, Marta García lleva años compitiendo en los campeonatos de España y de Europa de karting absoluto, en la máxima categoría de KZ2, con unos resultados inéditos para una mujer venciendo a los mejores pilotos europeos del karting y con un hándicap que los demás no sufren tanto con ella, la falta de financiación, de dinero. Por eso campeonatos como el de las WSeries, sólo para mujeres, deben servir, en opinión de Marta, como una plataforma para animar a otras mujeres, que les gusta este deporte, a que se atrevan a dar el salto.

Lo que está claro es que España se ha convertido en todo un referente en el mundo del motor en cuanto a representación femenina se refiere, un sector muy masculino donde las mujeres solo aparecían en el podio sosteniendo los trofeos o en la parrilla de salida sujetando paraguas. Ahora están presentes no sólo en la pista sino también en los muros de los mejores equipos del mundo. Bien lo sabe Marga Torres, ingeniera del equipo de Lewis Hamilton y que fue protagonista en el último Gran Premio de Canadá donde fue la encargada de subir a recibir el premio a Mercedes como mejor escudería de la carrera.