Todo parecía estar a favor, el ritmo, la moto y la cabeza, pero esta vez una mala decisión en la elección de los neumáticos ha alejado a Jorge Martín a merced de sus adversarios y muy lejos del líder, Peco Bagnaia, que ahora lo es más que nunca.

El piloto madrileño había conseguido la pole con el neumático intermedio y era el piloto más
rápido de la parrilla, por eso no es entendible que haya sido, junto a Marc Márquez, el único
que decidiera salir con un blando detrás. Las primeras vueltas ambos notaron el plus de una
goma más blanda, pero pasados unos giros la degradación hizo caer en picado el rendimiento de las gomas .

Hubiera entendido esta elección de neumáticos para la carrera al esprint, más corta e intensa, pero la carrera del sábado, en este ocasión en Philip Island, era la carrera larga. Las intensas lluvias que se prevén para el domingo provocaron que Dorna cambiara el calendario por miedo a tener que suspender la carrera larga. Así mañana, y si el líquido elemento lo permite los pilotos disputarán la esprint, y ahí sí se entendería usar un compuesto más blando.

Una cosa que debe aprender Martín y el equipo que le asesora es que cuando te juegas el
mundial con un piloto debes casi copiar su estrategia. Además siendo ahora mismo, más
rápido que Bagnaia a mismo compuesto el rendimiento debería ser mejor. Incluso el propio
compañero de Martín, Jonas Zarco que terminó imponiéndose en la carrera, montó neumático intermedio. Y no fue la conducción de Martín la que ha provocado el desgaste, Marc Márquez que también optó por esta goma nos ha deleitado con unas primeras vueltas con adelantamientos como los de antes, pero a diez vueltas para el final el de cervecera se ha quedado literalmente sin goma y ha perdido todo lo ganado en el primero tramo del gran
premio.

Veintisiete puntos, esta es la distancia que ahora atesora Bagnaia, después de remontar,
aguantar y cruzar segundo la línea de meta. La regularidad será la clave para conseguir su
segundo título de Campeón del Mundo. Jorge, en cambio, está obligado ahora sí a arriesgar
para ganarlo todo pero sin volver a fallar.